Previsiones económicas para las comunidades autónomas 2020-2021
Fecha: 16 diciembre 2020
PAÍS VASCO
En el País Vasco, el rebrote de la pandemia comenzó a mediados de julio, con un retroceso del en el mes de septiembre. En octubre se aceleró de nuevo hasta alcanzar a principios de noviembre su máximo, con una incidencia acumulada en 14 días de 796 casos por cada 100.000 habitantes. Desde comienzos de noviembre el retroceso ha sido acusado, aunque al inicio de diciembre aún se encontraba entre las regiones con una mayor incidencia, con 290 casos (gráfico 1).
La estructura productiva del País Vasco presentaba la desventaja inicial de que los sectores menos perjudicados por la pandemia –servicios de las AA.PP., sector primario e industria alimentaria– tienen un peso muy inferior a la media, aunque esto se compensa en parte con una importancia inferior a la media de los servicios más afectados. También cabe destacar el elevado peso del sector de la automoción, uno de los más perjudicados al inicio de la crisis.
Conforme al índice de producción industrial, el País Vasco sufrió hasta octubre un descenso en la actividad industrial superior a la media nacional: un 15,3% frente a un 10,9%. Su caída fue más intensa al inicio de la crisis, y la recuperación posterior, con altibajos, más moderada (gráfico 2).
Esta es una de las regiones donde más han caído las exportaciones, un 19,7% hasta septiembre, frente al descenso del 12,6% del total nacional. Este resultado es consecuencia de fuertes descensos en sectores con un elevado peso en el tejido industrial vasco, como son los derivados del petróleo, hierro y acero, maquinaria y bienes de equipo, material ferroviario, y las relacionadas con el automóvil y otros vehículos. En contraste con el sector industrial, el índice de actividad en el sector servicios acumula una caída en el conjunto del año hasta septiembre más moderada que el total nacional, un 13,9% frente al 17,3% nacional. El volumen de actividad en dicho mes era un 6,9% menor a los niveles previos a la crisis (gráfico 2). El descenso en las pernoctaciones también ha sido menos intenso que la media nacional, al igual que en las ventas al por menor.
Respecto a la construcción, la caída acumulada en la afiliación a la Seguridad Social ha sido relativamente moderada. En cambio, la negativa evolución de los visados permite avanzar un deterioro de la actividad mayor que en la media del conjunto del país.
Con respecto a la evolución del empleo total, el descenso en el número de afiliados a la Seguridad social registrado hasta noviembre ha sido del 1,1%, inferior a la media nacional, al igual que el porcentaje de trabajadores, en media mensual, afectados por los ERTE. La tasa de desempleo en el tercer trimestre se situó en el 10,3%, lo que supone 1,1 puntos porcentuales más que en el mismo periodo del pasado año, siendo el País Vasco una de las regiones donde este incremento ha sido menor. Todo apunta a una caída del PIB en el País Vasco en el conjunto de 2020 menos acusada que la media nacional, incluso a pesar del deterioro esperado para el cuarto trimestre como consecuencia de las medidas de control de la pandemia, que se encuentran entre las más restrictivas, destacando el cierre de la hostelería. Así, el resultado previsto es un 9,7%. En 2021 el crecimiento será algo inferior a la media, un 6,1%, pese a lo cual su nivel de PIB se encontrará entre los más elevados en relación al previo a la crisis, debido al menor peso en su estructura productiva de los servicios que van a sufrir una mayor pérdida permanente de actividad, así como a la elevada capacidad de crecimiento y de aprovechamiento de los fondos europeos de esta región. La estimación de la tasa la tasa de paro para 2020 es del 10,7% –con uno de los menores incrementos respecto a la de 2019–, y la previsión para dicha tasa en 2021 es del 11,5% (tabla 1).


