Habilidades digitales para la gestión de las finanzas

En determinados segmentos de población, al problema de unos escasos conocimientos sobre conceptos financieros básicos, se le unen habilidades digitales muy limitadas. La educación financiera y las capacidades digitales comprenden la llamada “educación financiera digital”. Abarca tanto la comprensión de las finanzas personales como su gestión en la actual era digital.

Según las cifras oficiales[1], el 29,7% de los adultos entre 16 y 74 años tiene habilidades digitales limitadas. Estas carencias hacen muy complicado la utilización de dispositivos electrónicos como smartphones, tablets o portátiles para realizar actividades básicas como comunicarse con terceros, recibir información o procesar textos. El 26% afirma tener habilidades digitales básicas y sólo el 38,2% tiene unas competencias avanzadas. En el ámbito financiero, parece complicado que aquellos que carecen de estas habilidades puedan desarrollar un conjunto de actividades financieras a través del canal digital. En todo caso, desde la pandemia han aumentado estos niveles 3 puntos porcentuales en relación a los observados a finales de 2019.

Estas carencias digitales son especialmente acusadas en algunos segmentos de población. El 40,5% de los que tienen entre 55 y 64 años presentan unas habilidades digitales bajas o inexistentes. En los mayores de 65 años, solo el 10,5% tiene una habilitades digitales avanzadas.

También se observa que entre aquellos que cobran menos de 900 euros mensuales, el 47,8% carece de habilidades digitales. La brecha también es especialmente acusada para la población extranjera y sin estudios. En todo caso, no se observan diferencias reseñables por lugar de residencia entre pequeños, medianos y grandes municipios. Parece que son otros factores distintos al hábitat los que explican las diferencias en el nivel de capacitación digital de los individuos.

A causa de estos problemas, estos mismos segmentos de población son los que  menos utilizan la banca digital. Carecer de las competencias digitales básicas explica, en parte, por qué cerca del 30% de la población adulta española no usa de forma regular el canal digital para gestionar sus finanzas personales.

En el actual contexto digital, los esfuerzos públicos y privados por mejorar los niveles de educación financiera deben incluir actividades enfocadas en mejorar los conocimientos financieros de los individuos, pero también sus habilidades digitales.