La tasa de abandono escolar en España baja al 13% en 2024, mínimo histórico, pero persisten los retos para alcanzar el objetivo de la UE para 2030

ABANDONO ESCOLAR

La tasa de abandono escolar en España baja al 13% en 2024, mínimo histórico, pero persisten los retos para alcanzar el objetivo de la UE para 2030

Fecha: 28 enero 2025

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  • El abandono escolar temprano constituye uno de los mayores desafíos estructurales del sistema educativo español
  • Aunque se ha avanzado significativamente desde el 32,2% registrado en 2004, la convergencia con la media europea se ha ralentizado en los últimos años

MADRID, 28/01/2025 | La tasa de abandono escolar temprano en España se ha reducido al 13% en 2024. Esta cifra, correspondiente a la media del año, representa un descenso respecto al 13,7% de 2023 y al 13,9% de 2022 e incluso al 13,3% de 2021, retomando la tendencia a la baja en los últimos años. Sin embargo, “a pesar de los avances, España seguirá siendo el segundo país con mayor abandono escolar de la Unión Europea, solo mejor que Rumanía, y se encuentra aún lejos del objetivo europeo del 9% para 2030”, explica Ismael Sanz, director del área de Educación de Funcas.

El abandono escolar temprano –que mide el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años que no completan la educación secundaria superior ni continúan formándose– constituye uno de los mayores desafíos estructurales del sistema educativo español. Aunque se ha avanzado significativamente desde el 32,2% registrado en 2004, la convergencia con la media europea se ha ralentizado en los últimos años.

El abandono escolar sigue siendo un fenómeno profundamente desigual. Los datos de los años anteriores, que no cambian sustancialmente de un año a otro, mostraban que la probabilidad de que un joven abandone sus estudios es 14 veces mayor cuando su madre solo ha completado la educación primaria en comparación con aquellos cuya madre tiene estudios superiores (2,4%). Además, los alumnos varones y los jóvenes de origen inmigrante presentan tasas de abandono más elevadas.

El abandono escolar no solo perpetúa las desigualdades sociales, sino que también genera un impacto económico y social significativo a nivel nacional. Los jóvenes que no completan la educación secundaria superior enfrentan mayores tasas de desempleo, menor participación social y un mayor riesgo de exclusión. Es importante transmitir a los jóvenes la importancia de la educación para construir una vida autónoma y satisfactoria. “El abandono escolar no solo impacta las trayectorias individuales de los jóvenes, limitando su empleabilidad e ingresos futuros, sino que también genera costes significativos para la economía en términos de menor recaudación fiscal, mayor desempleo y un aumento en el gasto social. Además, las personas con bajos niveles formativos tienden a presentar mayores problemas de salud y menor participación social”, añade Sanz.

Para reducir el abandono escolar, Funcas subraya la necesidad de una estrategia integral que combine medidas educativas y sociales. Entre las propuestas destacadas se encuentran:

  1. Campañas de sensibilización: Incrementar las campañas públicas para destacar la importancia de la educación en el desarrollo personal y profesional. Estas campañas deben dirigirse especialmente a familias en situación de vulnerabilidad.
  2. Compensaciones para docentes en contextos difíciles: Mejorar los incentivos económicos y profesionales para atraer y retener docentes experimentados en centros educativos de zonas desfavorecidas. Estudios recientes han demostrado que estas medidas pueden reducir desigualdades educativas significativas.
  3. Mentorización personalizada: Establecer programas de mentoría enfocados en estudiantes de bajo rendimiento. Estas tutorías no solo benefician directamente a los estudiantes tutorizados, sino que también tienen efectos positivos en sus compañeros al mejorar el ambiente educativo.
  4. Fomentar la perseverancia y la resistencia cognitiva: Incorporar en el currículo actividades que desarrollen la capacidad de los estudiantes para mantener el esfuerzo mental sostenido. Estas habilidades son clave para superar desafíos académicos y profesionales.
  5. Diversidad docente: Promover la incorporación de docentes que compartan antecedentes culturales o sociales similares con los estudiantes, lo que puede mejorar la identificación y motivación de los jóvenes.
  6. Ampliar la oferta de Formación Profesional (FP).
  7. Fortalecer la orientación vocacional y el apoyo emocional desde edades tempranas para incrementar la motivación de los estudiantes.
  8. Fomentar la implicación de las familias, promoviendo programas que conciencien sobre los beneficios a largo plazo de la educación.
  9. Reducción de ratios alumno-docente: Disminuir el número de estudiantes por clase, especialmente en las etapas educativas iniciales, para garantizar una atención más individualizada y mejorar el aprendizaje.

El esfuerzo coordinado entre escuelas, familias y administraciones públicas es fundamental para preparar a las nuevas generaciones y acercarnos al objetivo de la Unión Europea de un abandono escolar inferior al 9% en 2030.

Funcas

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