“The Merge”: La transición verde de Ethereum

Ethereum, la cadena de bloques que sustenta la segunda criptomoneda por volumen de capitalización, se ha sometido a una importante actualización de software. Lo que se pretende es reducir drásticamente la cantidad de energía necesaria para crear nuevas monedas y realizar transacciones. Esta actualización, que ha venido a denominarse “The Merge”, cambiará radicalmente la forma en que se procesan las transacciones y se crean los nuevos tokens de ether.

Actualmente, uno de los principales problemas que experimentan las redes de blockchain como Ethereum es su elevado consumo energético. Con la actualización de la red de blockchain se busca una mejora en la eficiencia en ese consumo y también operativa. Según los desarrolladores, la energía gastada en el minado de nuevos tokens puede reducirse en un 99,9%. También permitirá reducir el tiempo necesario para realizar una transacción a través de la red. Con esta actualización se aspira a aumentar el número de transacciones por segundo, pasando de las 15 actuales a las 100.000.[1]

Para lograr estas mejoras operativas se ha modificado el mecanismo de consenso utilizado, pasando de la prueba de trabajo (PoW) a la prueba de participación (PoS).

Con este nuevo mecanismo, la validación de los nuevos nodos de la red de blockchain no se produce por parte de todos los participantes de la red, sino solo por algunos, que son seleccionados aleatoriamente, llamados validadores. En cualquier caso, los usuarios no tendrán que hacer nada con sus fondos o billeteras digitales tras esta transición. Después de la actualización el saldo de cada usuario permanece inalterado pudiendo ser usado para como si nada hubiera cambiado.[2]

Los analistas apuntan a que en las semanas siguientes a la actualización es posible que exista una cierta volatilidad en los criptomercados hasta comprobar que la actualización se ha realizado con éxito. A largo plazo, el uso de una tecnología menos contaminante puede impulsar aún más la adopción de la red Ethereum y de ether. Quizás, como algunos sugieren, en detrimento de Bitcoin.[3] La transición verde de Ethereum puede ser especialmente relevante para las nuevas generaciones. Los millenials se caracterizan por ser grandes demandantes de criptoactivos, al tiempo que por estar muy preocupados por la sostenibilidad. Algunos expertos apuntan a que el paso de Ethereum hacia la sostenibilidad medioambiental puede suponer un punto de inflexión para avanzar hacia una industria criptográfica más “verde”.