Suptech: la supervisión digital de los reguladores durante la pandemia

La pandemia ha puesto de manifiesto algunas de las ventajas que puede acarrear abordar una supervisión digital por parte de las autoridades financieras. La implementación de restricciones para viajar y de protocolos de distanciamiento social llevaron a algunos supervisores a hacer un uso más intensivo de herramientas de tecnología avanzada en su supervisión. Como revela un informe del Banco de Pagos Internacionales de Basilea[1] (BIS, por sus siglas en inglés), la pandemia ha contribuido a que la supervisión sea más digital (off-site) en lugar de presencial o física (on-site).

Los desarrollos tecnológicos existentes han facilitado la migración de las actividades de supervisión a un entorno virtual donde las herramientas suptech presentan importantes ventajas. El estudio presentado por el BIS apunta a que aquellos supervisores con herramientas suptech en funcionamiento antes de la pandemia hicieron un uso intensivo de las mismas durante la fase más dura de la crisis sanitaria. Además, ante la necesidad de desarrollar nuevas formas de analizar datos con fines prudenciales, muchos de estos supervisores también crearon nuevas herramientas suptech.

Este auge en el uso de herramientas tecnológicas aplicadas a la supervisión ha hecho que a finales de 2021 se utilicen, según recoge el propio informe, un total de 71 instrumentos suptech de supervisión prudencial. Se trata de un crecimiento significativo, ya que antes de la pandemia solo se había documentado el uso de 12 herramientas suptech. La mayoría de éstas se concentran en tres categorías: herramientas para datos cualitativos, herramientas para datos cuantitativos y herramientas mixtas (para datos cualitativos y cuantitativos). Las herramientas que se basan principalmente en datos cualitativos son las más utilizadas, representando más del 50% del total. Algunas de las cualitativas más empleadas en la supervisión financiera son el análisis de textos, resúmenes de textos, clasificación de la información o análisis de sentimientos.

Aunque las herramientas suptech implementadas varían en diseño y propósito, todas comparten los siguientes objetivos: obtener un conocimiento más profundo del proceso de supervisión y mejorar la eficiencia del proceso. A pesar de los beneficios que supone el uso de la tecnología al ámbito supervisor, siguen existiendo desafíos en cuanto a la implementación del suptech, lo que dificulta su adopción. A juicio del BIS, para que la adopción de la supervisión digital sea aún mayor debe hacerse frente a un doble reto. Por un parte, parece oportuno reforzar las capacidades de los supervisores en materia de ciencia de datos. Por otro lado, también parece necesario avanzar en la calidad de los datos.