Monedas digitales y gasto energético

La proliferación de los activos digitales se cuestiona, en parte, por su elevado gasto energético. Un reciente estudio del Fondo Monetario internacional señala que existen nuevas opciones de configuración que pueden lograr que estos criptoactivos sean menos intensivos en el uso de energía que los actuales.

Como se muestra en el gráfico superior, según los detalles específicos de su configuración, las CBDCs y algunos tipos de criptoactivos, pueden ser más eficientes energéticamente que otros medios de pago electrónicos al uso, incluidas las tarjetas de crédito y débito.

Como se aprecia en el gráfico, la criptografía basada en la “prueba de trabajo” (proof-of-work, PoW), la que usa Bitcoin, utiliza mucha más energía que las tarjetas de pago bancarias. Sin embargo, reemplazar la prueba de trabajo con otros mecanismos de consenso, como la prueba de participación (proof-of-stake, PoS), que ya es usada por Ethereum, puede ser un primer paso “verde” para el ecosistema de los activos digitales. 

Como muestra la investigación del FMI, en la medida en la que se avance hacia monedas digitales basadas en sistemas PoS, el consumo de energía puede llegar a estar muy por debajo – hasta 1.000 veces - del de las tarjetas de crédito.