Las capacidades digitales de los españoles en el acceso a los servicios financieros

El acceso a cualquier tipo de servicio digital, incluidos los financieros, requiere unas ciertas competencias. Así, para acceder a cuenta bancaria a través del móvil es necesario que los usuarios estén familiarizados con la descarga y el uso de las aplicaciones. Una mejora de estas capacidades digitales es fundamental para avanzar en el proceso de digitalización bancaria.

Un reciente informe elaborado por el ODF-Funcas ha analizado el nivel de capacidades digitales de los españoles en relación con el acceso a servicios bancarios digitales[1]. El estudio, basado en una encuesta online, realizado a consumidores de entre 18 y 70 años con competencias digitales básicas, pone de manifiesto un avance notable en la capacitación digital del grueso de la población española. Según el estudio, el 93% de los encuestados sería capaz de descargar e instalar la aplicación de su banco por sí mismo (sin ayuda de un familiar o amigo). Además, el 93,3% de los encuestados podría escanear un código QR y acceder a su contenido autónomamente.

Este elevado grado de capacitación digital se reduce en aquellos segmentos de edad más avanzados. Por ejemplo, para los encuestados de entre 60 y 70 años, el porcentaje que declara no saber o poder descargar e instalar autónomamente la aplicación de su banco aumenta al 15,2%. Este porcentaje se reduce al 6,6% entre los que tienen entre 50 y 59 años.

Como muestra el estudio, disponer de estas competencias digitales es básico para usar la banca online. El 69,5% de los encuestados que no saben instalar por sí solos una aplicación bancaria no transfieren dinero a un tercero a través de su móvil – por ejemplo, a través de Bizum. Y el 89,6% de ellos no estarían dispuestos a utilizar los canales digitales para buscar financiación, alquilar o realizar compras importantes.

La pandemia ha servido para que una parte importante de la población se familiarice con el uso de los dispositivos digitales. En cualquier caso, las carencias digitales de determinados sectores de población muestran la importancia de iniciativas como las recientemente puestas en marcha por las entidades financieras para avanzar en la digitalización de los colectivos con mayores dificultades de acceso digital – ampliar horarios de oficinas bancarias, oficinas móviles o atención por teléfono.[2]