La revolución de los pagos: nuevas tecnologías, métodos y competidores

Uno de los segmentos de actividad que está experimentando un mayor cambio en el ámbito financiero es el de los pagos. La pandemia aceleró un proceso que ya venía produciéndose a medida que el efectivo pierde relevancia. La transformación del sector abarca las tecnologías usadas, la difusión de nuevos métodos de pago y la proliferación de competidores.

La transformación digital de los pagos viene amparada por la utilización de nuevas tecnologías. Gracias a una combinación de inteligencia artificial, aprendizaje automático, biometría y otras tecnologías, los consumidores ahora pueden simplemente pagar con la mano o de forma casi automática. Crecen los llamados los pagos invisibles o sin contacto. No se trata de situaciones futuras o experimentales. Todas son alternativas que están siendo ya  utilizadas de forma amplia. Mejoran la innovación, la agilidad, la escalabilidad y la libertad de elegir productos de múltiples proveedores. El reto es que estas tecnologías permitan avanzar hacia pagos transfronterizos en tiempo real (RTP, por sus siglas en inglés). Para ello, el uso del blockchain puede ser clave.

Por su parte, el sector financiero está afrontando el reto de adaptar la infraestructura a esta nueva realidad. De ahí, por ejemplo, que venga observándose una renovación de los terminales de pago (TPVs por sus siglas en inglés) en la mayor parte de comercios.

Los nuevos dispositivos permiten tramitar de forma rápida el pago o las devoluciones mediante la lectura de un código QR, consultar operaciones de forma sencilla y ágil o aumentar la sostenibilidad con recibos que se envían de forma automática por email, whatsapp o códigos QR. 

La revolución de los pagos también se evidencia en la proliferación de nuevos métodos, programas y formas de pago. De entre todos ellos destaca el “Compre Ahora y Pague Después” (BNPL, por sus siglas en inglés). En un entorno pospandémico, las soluciones BNPL están mostrando un importante crecimiento debido a las condiciones que ofrecen para los usuarios. Se estima que el valor de los pagos realizados mediante esquemas BNPL crecerá casi un 90% entre 2022 y 2026[1].

El atractivo de los pagos también está atrayendo a nuevos competidores. Además de los bancos y de las plataformas de pago tradicionales – Visa o Mastercard-, las grandes tecnológicas también han tomado posición. En la mayor parte de los casos, ofrecen nuevas formas de pago digitales asociadas al uso del móvil – Apple Pay, Google Pay o Samsung Pay. Las barreras de entrada para operar en el sector se han erosionado. La proliferación de normas de open banking en Europa, Estados Unidos o Reino Unido está facilitando que nuevos proveedores distintos de los tradicionales puedan ofrecer soluciones de pago.