La demanda de efectivo converge entre economías avanzadas y emergentes

La caída en el uso del efectivo empieza a hacerse patente en todo el mundo. Así se observa al examinar el descenso en las retiradas de efectivo – en cajeros automáticos o entidades financieras – de la población. Lo relevante es que esta tendencia, que ya estaba asentada en las economías más avanzadas, también empieza a manifestarse en las emergentes, donde el efectivo había jugado hasta ahora un papel cuantitativamente muy relevante.

Los gráficos superiores revelan cómo la demanda de billetes y monedas ha disminuido a escala mundial en los últimos ocho años. En 2022 (último dato disponible), la relación promedio entre el valor de las retiradas de dinero en efectivo y el PIB era del 7% en las economías avanzadas y del 16% en las economías emergentes.

Las menores retiradas de efectivo sugieren una disminución en el uso del mismo como medio de pago en ambos tipos de economías.

Sin embargo, este descenso de la intensidad en la demanda de dinero físico se ha producido con más fuerza en las economías emergentes. Las diferencias entre los dos grupos se han reducido con el tiempo, a medida que las retiradas de efectivo se han acentuado en las emergentes. De hecho, el peso de las retiradas del mismo en función del PIB en las economías emergentes se ha reducido prácticamente a la mitad entre 2015 y 2022, pasando del 30% al 16%. Destaca el caso de China, que ha bajado dicho porcentaje del 110% de PIB al 27% desde el año 2015.