La agenda del euro digital

El proyecto del euro digital sigue avanzando, si bien el lanzamiento de una CBDC europea todavía parece lejano. A juicio del BCE, todavía hay muchas cuestiones que definir acerca de su diseño antes de hablar de la puesta en marcha de una moneda digital pública. Los estudios previos mantienen su ritmo, pero no se espera la toma de una decisión final de manera inmediata.

Un reciente informe del BCE ha desgranado el estado actual del proyecto del euro digital[1]. En la actualidad, el proyecto se encuentra en la mitad de la fase de investigación, que debe finalizar en octubre de 2023. Según este  informe del BCE, antes del potencial lanzamiento de la moneda, es necesario que se investiguen en más detalle diversas cuestiones relativas a su diseño. En especial, el BCE considera que es necesario idear un diseño de moneda que no afecte la labor de intermediación de las entidades financieras. El euro digital no puede venir a minar el papel del actual sector bancario. Además, todavía deben definirse asuntos como la forma en la que se distribuiría la moneda a los usuarios y cómo se liquidarían los pagos.

Lo que sí parece claro es el papel que debe jugar esa divisa cuando se ponga en marcha. A juicio del BCE, el euro digital debe preservar el papel del dinero público como ancla del sistema de pagos en el futuro. Todo ello  garantizando su coexistencia con otros medios de pago digitales ya existentes y asegurando su convertibilidad. Otra de las cuestiones que el BCE tiene claras en este asunto es su privacidad. El anonimato total no se considera una opción viable desde una perspectiva de política pública, ya que plantearía problemas por el posible uso del euro digital con fines ilícitos.

En cualquier caso, la agenda del euro digital ya está definida. En el primer trimestre de 2023, la Comisión Europea propondrá un reglamento el desarrollo de la moneda. Por otra parte, en octubre de 2023, una vez concluida la fase de investigación, el Consejo de Gobierno del BCE tomará la decisión de iniciar una fase de realización. En ese momento se desarrollarán las primeras pruebas técnicas y se firmarán acuerdos comerciales para el uso de un euro digital. Se estima que esta fase de pruebas podría durar alrededor de tres años.