La aceptación y el uso del efectivo de las empresas europeas

La digitalización de los pagos hace que se cuestione el papel y perspectivas del uso del efectivo. Para conocer la relevancia de éste para el tejido empresarial, el BCE ha elaborado un reciente estudio que pretende arrojar luz acerca de la visión estratégica de las empresas sobre el uso y la aceptación actual y futura de los billetes y monedas[1].

El estudio, basado en una encuesta realizada a 10.141 empresas de la eurozona entre octubre y diciembre de 2021, aporta resultados interesantes sobre las preferencias respecto a los medios de pago de las empresas. En general, se observa que el efectivo es ampliamente aceptado en toda la zona del euro. Además, es probable que siga siendo relevante como método de pago, ya que más del 90% de las compañías que actualmente aceptan efectivo tienen la intención de seguir haciéndolo en el futuro. Estos resultados respaldan la estrategia del Eurosistema, que pretende seguir garantizando que los billetes y monedas estén ampliamente disponibles y sean aceptados como medio de pago y reserva de valor.

El estudio también muestra una aceptación elevada de otros medios de pago, como es el caso de los pagos con tarjeta - cerca del 85%. En cambio, los pagos móviles son aceptados por una proporción significativamente menor de las empresas. Sólo el 30% de las empresas admite transacciones mediante un smartphone.

Al decidir aceptar un medio de pago, la seguridad (94%) y la fiabilidad para completar la transacción (92%) son los criterios más importantes para las empresas. Además, éstas consideran que el efectivo es mejor en términos de costes, velocidad de transacción y confiabilidad que los pagos móviles. La percepción de una mayor seguridad explica, en parte, la menor aceptación de los pagos móviles entre las empresas.

En cuanto a las preferencias de las empresas sobre el medio de pago usado por sus clientes, una de cada cuatro considera que sus clientes prefieren utilizar efectivo. Una quinta parte (20%) de las empresas indicó que los clientes prefieren las tarjetas contactless, y un 17% y 16% las tradicionales de crédito y débito, respectivamente. Otro elemento relevante que examina el estudio es el uso de la función de cash-back -retirada de efectivo junto a una transacción con tarjeta en tienda. La encuesta ha revelado que muy pocas empresas ofrecen estos servicios. La mayoría de las que no los ofrecen no tienen planes de hacerlo en el futuro. Los encuestados argumentan que se debe a una falta de conocimiento sobre cómo funciona este servicio y a una baja demanda por parte de sus clientes.

En general, el estudio viene a destacar el papel que aún sigue teniendo el efectivo como medio de pago para el tejido empresarial europeo.