Gestión de patrimonios: una oportunidad de negocio para las BigTech

Además de permitir a sus clientes realizar pagos, asegurarles o darles crédito, las grandes empresas tecnológicas también pueden convertirse en entidades capaces de gestionar la riqueza de los ahorradores. Su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y para ofrecer servicios personalizados las convierte en potenciales competidores dentro de la industria de la gestión patrimonial. 

Se estima que volumen total de activos gestionados por la industria del wealth management asciende a los 75 billones de dólares[1]. Actualmente, gran parte de este sector está dominado por grandes gestoras de activos, entidades bancarias y empresas aseguradoras. Aunque, como comienza a percibirse por estos agentes, parecen surgir nuevos competidores en el horizonte, las BigTech. Una reciente encuesta desarrollada entre ejecutivos de gestión de patrimonios a escala internacional ha revelado que el 26% cree firmemente en la amenaza real que supone el aterrizaje de grandes tecnológicas[2].

Por el momento, algunas como Amazon, Google y Microsoft ya son las proveedoras de la infraestructura tecnológica y de la nube para muchos de estos gestores patrimoniales.

Algunos, como Alibaba y Amazon, que ya ofrecen una gama de productos financieros, podrían integrar esta opción de gestión de riqueza en el corto o medio plazo.

La ventaja competitiva de las tecnológicas reside en su capacidad de recopilar datos de los clientes, analizarlos mediante algoritmos e inteligencia artificial y utilizarlos para personalizar servicios y ofertas de productos según perfiles de riesgo, edad o perspectivas laborales, entre otros parámetros.

A la espera de que se materialice la oferta de las BigTech en este ámbito, lo que sí parece existir es una demanda potencial importante. Un reciente informe internacional sugiere que el 74% de los individuos dispuestos a invertir cantidades superiores al millón de dólares están abiertos a considerar las ofertas de gestión de patrimonio de las BigTech. De hecho, un 30% considera que estas compañías podrían darles mayor valor añadido que sus actuales gestores patrimoniales[3]. Entre las empresas que señalan como preferencias potenciales destacan Google, Amazon y Microsoft.

De materializarse la entrada de las BigTech en la industria de la gestión patrimonial, aún no está claro si podrían comenzar operar directamente como competidores, o bien, como socios, buscando acuerdos con entidades financieras, como hicieron, por ejemplo, para ofrecer tarjetas de crédito o cuentas bancarias. De este modo, tratarían de esquivar un tratamiento directo regulatorio como intermediario financiero privado.