El renovado interés por el bitcoin

Tras un relativo letargo, la principal criptomoneda vuelve a ganar relevancia. En los últimos meses, a su significativo crecimiento de valor, que se ha triplicado, se une un importante aumento de las inversiones en activos ligados a Bitcoin y del volumen de contratación de opciones financieras en esta criptomoneda. El debilitamiento de la economía mundial, la elevada incertidumbre y un entorno de bajos tipos de interés podrían explicar este nuevo apetito de los inversores por el bitcoin.

Desde que alcanzó su propio mínimo al inicio de la pandemia, el valor de Bitcoin no ha dejado de crecer, hasta superar la barrera de los 10.000 dólares. Esta tendencia coincide con un crecimiento en inversiones relacionadas con activos virtuales. Así, en el segundo trimestre de 2020, se colocaron alrededor de 900 millones de dólares en fondos criptográficos operados por la principal gestora de criptomonedas, Grayscale Investments. Según la propia compañía, cerca del 57% fueron nuevos inversores. También ha alcanzado máximos históricos la contratación de opciones financieras en Bitcoin. A finales de septiembre llegó a los 2.140 millones de dólares[1].

Algunos expertos apuntan a que el incremento en el valor de Bitcoin está en línea con el de activos como el oro[2]. Además, se apunta a que un entorno de tipos de interés reducidos propicia que los inversores busquen mayores rentabilidades. En este sentido, la posibilidad de que este entorno de tipos muy bajos pueda prolongarse durante más tiempo del que inicialmente se pensaba ya se empieza a interpretar por los mercados como un nuevo impulso para el bitcoin[3].

Otro elemento que explicaría el creciente auge es al aumento del comercio a través de una nueva generación de aplicaciones "DeFi" (acrónimo de Finanzas Descentralizadas en inglés). Se trata de servicios basados en criptografía que facilitan operaciones crediticias o comerciales a través de criptomonedas.

En cualquier caso, a pesar de estas tendencias, entre los analistas también existe una posición no tan optimista respecto al bitcoin, y muchos señalan que es cuestión de tiempo que su valor vuelva a reducirse de forma drástica, de forma similar a como sucedió en 2017[4].