Criptofondo de recuperación y más regulación para los criptoactivos

Los hechos que han ocurrido recientemente en la industria de los criptoactivos, con la quiebra de FTX y los problemas de otras plataformas, han terminado por dañar la confianza de los inversores sobre el futuro de los activos digitales. La industria se afana, con diferente nivel de éxito, por evitar una caída mayor de los mercados de los criptomercados.

Todo lo ocurrido cuando la plataforma FTX ha relevado algunos de los problemas que tiene la industria. La ausencia de mecanismos de control, la falta de regulación o la existencia de prácticas poco éticas han puesto de manifiesto las debilidades del mundo de los criptoactivos.  Además de las pérdidas asociadas a la quiebra de FTX, muchos inversores empiezan a darse cuenta de que los potenciales beneficios que anhelaban obtener se han convertido en pérdidas patrimoniales. Todo ello está provocando que crezcan las salidas de fondos de este mercado.

En un esfuerzo por restaurar la confianza y, sobre todo, para evitar que la caída sea aún mayor, el resto de las plataformas supervivientes buscan la forma de tranquilizar a los inversores con diversas medidas. La principal iniciativa, liderada por la plataforma Binance, apunta a la creación de un fondo de recuperación[1], financiado por el propio sector, para ayudar a las plataformas que puedan tener problemas.

Binance ha afirmado que dedicará el equivalente a 1.000 millones de dólares a dicho fondo de recuperación, pudiendo llegar a 2.000 millones en el futuro si surge la necesidad. Otras plataformas como Jump Crypto, Polygon Ventures y Animoca Brands también se han comprometido a aportar 50 millones de dólares al fondo. En cualquier caso, el fondo estará integrado 1.000 millones de BUSD, la stablecoin de Binance, que mantiene la paridad con el dólar.

Además de la creación del fondo, las empresas del criptomercado empiezan a observar la importancia de someterse a más regulación para ganar seguridad jurídica[2]. Este tipo de peticiones suponen un cambio en el discurso que, hasta ahora, se había seguido. Hasta hace poco, la regulación se consideraba como una de las mayores amenazas al desarrollo de los criptomercados. En la actualidad, por el contrario, los gestores de las principales plataformas coinciden en que  la regulación es necesaria. Según argumentan, una cierta normativa puede ayudar a evitar que sucedan casos como el de FTX.

Como señalan los expertos, la criptoindustria se encuentra en un momento crítico. Va a ser complicado ganarse la credibilidad de los inversores y demostrar que los activos digitales aportan valor, más allá de servir para la especulación financiera.