¿Cómo evoluciona el gasto tecnológico de la banca española?
ODF – Funcas 47 / 2022
Fecha: 23 junio 2022
El sector bancario español continúa su proceso de transición digital. Los datos más recientes acerca de la evolución del gasto tecnológico por parte del sector muestran el creciente esfuerzo de las entidades financieras del país por avanzar tecnológicamente.
En 2021, el gasto tecnológico de las diez principales entidades bancarias españolas, que concentran más del 80% de los activos bancarios en nuestro país, ha ascendido a los 4.774 millones de euros[1]. Se trata de un incremento del 12,2% en relación con el año anterior. El sector ha duplicado su gasto tecnológico desde el año 2015, año en que rondaba los 2.363 millones de euros. La progresión indica que en el año 2025 podrían superarse los 6.600 millones de euros invertidos en tecnología.
En términos relativos, el gasto tecnológico – medido como la ratio de gasto tecnológico en relación con el total de gastos operativos – se sitúa en 2021 en el 9,44% del presupuesto de las entidades. Esto supone que por cada 100 euros que los bancos gastan para el desarrollo de su actividad, 10 euros se destinan a tecnología. Esta ratio también ha crecido en relación con 2020, año en que se situaba en el 8,53% (0.91 puntos porcentuales).
El incremento del gasto tecnológico de la banca española en 2021 (12,2%) ha superado al del promedio europeo (4,2%).
Con relación a las tecnologías empleadas por los bancos españoles destacan cinco principalmente: cloud computing, big data, inteligencia artificial, blockchain y biometría. En todo caso, no todas ellas están siendo adoptadas con la misma intensidad ni tampoco con la misma velocidad por todas las entidades del sector. En términos generales, puede afirmarse que la computación en la nube -con la colaboración de terceros proveedores de estos servicios- y el big data son las tecnológicas que más ampliamente se usan en el conjunto del sector bancario español.
El reto digital al que se está enfrentando el sector bancario español es considerable y puede entenderse como una prolongación de un esfuerzo de reestructuración de más de una década. Los analistas apuntan a que una decidida apuesta por invertir en nuevas tecnologías resulta clave para afrontar una demanda más digital por parte de los consumidores y para enfrentarse a la competencia de otros proveedores (neobancos, FinTech y BigTech).
[1] Elaboración propia con los datos obtenidos de las respectivas cuentas anuales de las entidades.