Educación financiera en España: balance y perspectivas
Fecha: julio 2022
Panorama Social, N.º 35 (julio 2022)
Sumario
En este artículo se explican las principales acciones y líneas de actuación seguidas por los promotores del Plan de Educación Financiera en España desde su nacimiento, en 2008. Para ello, se toman como referencia los Principios de Alto Nivel de la OCDE para el desarrollo de una estrategia nacional de educación financiera, que ofrecen orientaciones para su implementación y detallan las fases que debe comprender la definición, puesta en marcha y desarrollo de la estrategia. En España hemos aplicado estos Principios, situándonos a la cabeza de los países de la OCDE desde el punto de vista de la organización de la estrategia, la cooperación entre instituciones, el desarrollo de iniciativas y la orientación al ciudadano. Sin embargo, queda aún por hacer una evaluación global que ayude a verificar y mejorar la calidad, eficiencia y efectividad de la estrategia nacional y que sirva como fuente de aprendizaje de cara a futuras acciones.
El presente trabajo tiene como finalidad ofrecer una visión de conjunto del nivel de la cultura financiera en la sociedad española, a partir de la consideración de dos planos esenciales, el de los conocimientos y las competencias, y el de los hábitos financieros. Tras delimitar el ámbito temático de la cultura financiera y repasar los enfoques adoptados para la medición del grado de alfabetización financiera, se examina el nivel de cultura financiera de la población española a la luz de los principales estudios disponibles, atendiendo a una perspectiva comparada. Se analiza asimismo de manera específica el grado de cultura financiera de la sociedad española y el perfil financiero de las familias españolas.
El papel de la educación financiera es crucial, dada la creciente demanda de alfabetización financiera. Los responsables de la trasmisión de conocimientos financieros son tanto los centros escolares como otras instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación e incluso la familia. Aunque aún se sabe relativamente poco sobre la efectividad de la educación financiera, los experimentos realizados en este campo en la última década corroboran su importancia y efectividad en cuanto al aumento de los conocimientos financieros, así como también su contribución a la mejora de los comportamientos y hábitos financieros.
A lo largo de las dos últimas décadas hemos asistido al desarrollo de programas de alfabetización financiera de amplios segmentos de la población, al despliegue de numerosas iniciativas de educación financiera y a la implicación en esa tarea de relevantes organismos y entidades. Es buen momento para ensayar un primer balance de los logros alcanzados y las carencias detectadas; pero, sobre todo, para abrir la reflexión sobre los nuevos enfoques, soportes, contenidos y visiones que, en un contexto de intensos y veloces cambios, han de orientar la educación financiera en el futuro.
La creciente complejidad de los productos y servicios financieros, unida a la cada vez mayor inestabilidad económica, hace necesario que los hogares tomen decisiones financieras acertadas, que eviten el aumento de su fragilidad financiera y mejoren su bienestar. Usando datos de la Encuesta de Competencias Financieras, este artículo analiza los niveles de alfabetización y vulnerabilidad financieras de la población adulta en España, así como su posible interrelación, realizando también un análisis preliminar por generaciones. La evidencia empírica sugiere que la alfabetización, y particularmente la competencia financiera, reduce el riesgo de vulnerabilidad financiera, constatándose divergencias importantes entre los diferentes grupos generacionales.
Este trabajo analiza la relación existente entre la educación financiera que reciben los estudiantes en las escuelas y sus competencias financieras. Para poder explorar el posible vínculo existente entre ambas variables nos apoyamos en la información proporcionada por la base de datos PISA, que, desde su edición de 2012, incluye un bloque destinado específicamente a la evaluación de los conocimientos demostrados por los alumnos de 15 años sobre cuestiones financieras. Los resultados del análisis empírico realizado sugieren que la incorporación de formación específica sobre cuestiones financieras en el currículo escolar no conduce a una mejora de los resultados de los alumnos en las pruebas de conocimientos financieros tan significativa, como cabría esperar.
Este artículo ofrece un diagnóstico de la alfabetización financiera de la población adulta no jubilada en España, su planificación financiera de la vejez y la relación entre ambas variables. Los resultados muestran que la población adulta española dispone de unas habilidades financieras muy limitadas, resultado similar al encontrado en otros países del entorno. No obstante, se observan marcadas diferencias entre distintos grupos sociales. El trabajo también señala la escasa planificación financiera de la vejez entre los adultos españoles, así como su relación positiva con las habilidades financieras.
Las personas mayores están más expuestas a los riesgos financieros de “robo y fraude” y “exclusión”. Para paliarlos, las políticas de protección e inclusión financiera se fundamentan en la regulación y supervisión de las entidades y la educación financiera de los usuarios. Este artículo aborda el tema de la educación financiera para la población mayor de 64 años. Presenta evidencia sobre la cultura financiera de este colectivo y su composición demográfica, repasa las iniciativas acometidas desde el Plan Nacional de Educación Financiera y la Red INFE de la OCDE y reflexiona desde la experiencia de la autora en ambos organismos.
La familia es el principal agente de socialización financiera de niños, adolescentes y jóvenes. En su seno se aprenden e interiorizan criterios normativos y pautas de conducta sobre el uso y la gestión del dinero. No obstante, el conocimiento empírico sobre la contribución de las familias a la educación financiera es bastante escaso. Ofrecemos aquí una aproximación al caso español utilizando dos fuentes de información: una encuesta a madres y padres con hijos de entre 11 y 22 años, y tres grupos de discusión con adolescentes y jóvenes. Los resultados confirman la importancia que progenitores e hijos conceden a la familia como espacio de aprendizaje de valores y hábitos financieros, pero también descubren aspectos de la socialización financiera que podrían mejorar con campañas y programas específicamente dirigidos a madres y padres.
El artículo analiza el impacto de la educación financiera sobre el bienestar de las personas y, en concreto, sobre la estabilidad financiera de las mujeres. Los resultados muestran una mejora tanto en el bienestar financiero actual (reducción del estrés financiero) como en el futuro (seguridad esperada), que se refleja positivamente sobre las habilidades de planificación y la implicación en la toma de decisiones. Aunque no hay evidencias de un aumento del dominio de conceptos financieros en la población femenina, sí aumenta la actitud crítica respecto al conocimiento financiero percibido, lo que incrementa la búsqueda de asesoramiento o información objetiva externa.