Perspectivas sobre las desigualdades sociales
Fecha: noviembre 2025
Panorama Social, N.º 42 (noviembre 2025)
Sumario
En este trabajo se analiza la contribución del sector público a la reducción de las desigualdades de renta y riqueza utilizando los impuestos y las prestaciones públicas. En primer lugar, se discute la aparente disyuntiva existente entre las políticas de predistribución, dirigidas a aproximar las rentas de mercado de las personas, y las políticas de redistribución, encaminadas a acercar las rentas después de impuestos y prestaciones. Seguidamente, se pone el foco en las políticas redistributivas y se examina el papel que pueden desempeñar en las mismas los impuestos y las prestaciones. Finalmente, se presentan algunos datos recientes sobre la contribución efectiva de los impuestos y las prestaciones a la reducción de las desigualdades de renta en España y sobre la posición que ocupa nuestro país entre los países desarrollados y, en especial, en el área de la Unión Europea.
El objetivo de este artículo es analizar el papel que la educación puede seguir desempeñando como ascensor social y como motor de reducción de las desigualdades. La investigación reciente ha puesto de relieve tres mecanismos que limitan la capacidad de la educación para reducir las desigualdades sociales y favorecer la movilidad intergeneracional. Estos son: la ventaja compensatoria de la que se benefician los individuos de origen social elevado; la ventaja directa en el acceso a ocupaciones de mayor prestigio e ingresos de la que disfrutan, a igualdad de nivel educativo, quienes provienen de clases favorecidas, y el desajuste entre la oferta y la demanda de trabajo cualificado. En el artículo se examina cada uno de estos mecanismos.
Este artículo analiza la evolución de la movilidad intergeneracional en España para evaluar si el denominado “ascensor social” sigue funcionando y en qué condiciones. A partir de datos comparativos entre cohortes nacidas en 1940-1949 y 1980-1989 —observadas entre los 25 y 35 años—, se examinan los desplazamientos desde distintas clases de origen hacia los estratos profesionales superiores, con especial atención a las diferencias de género. Los resultados muestran que el ascensor social no se ha detenido, pero opera a distintas velocidades: las clases altas mantienen o refuerzan sus ventajas, mientras que las clases trabajadoras continúan enfrentando barreras estructurales. Las mujeres han protagonizado avances relevantes, aunque concentrados en los niveles altos de la jerarquía ocupacional. El estudio cuestiona las lecturas centradas exclusivamente en la renta y subraya la utilidad de un enfoque sociológico de la desigualdad, que incorpore el peso del origen social y de las brechas de género a la hora de explicar quién logra ascender y con qué probabilidades.
En las últimas décadas la igualdad de género en la academia ha avanzado, pero de forma desigual y con evidentes límites: las mujeres siguen publicando menos, tienen menor visibilidad en la autoría y ocupan menos cargos de liderazgo que sus colegas varones. La pandemia de COVID-19 funcionó como una prueba de estrés que revirtió parte de los progresos logrados. Nuestro análisis de más de 300.000 preprints muestra que, durante el confinamiento, las investigadoras no solo tuvieron menos probabilidades de completar artículos, sino también de participar en la ola de investigaciones sobre la COVID-19, a pesar de las oportunidades que esta abrió. En conjunto, la brecha de género retrocedió aproximadamente un año en términos de productividad, y hasta un año y medio en las áreas vinculadas al coronavirus. Estos resultados evidencian la fragilidad de los avances y subrayan la necesidad de políticas más eficaces, inclusivas y sostenidas para consolidar la igualdad.
Este artículo aplica por primera vez la teoría de los fundamentos morales a una muestra representativa de la población española, con el objetivo de analizar su relación con la ideología y la religiosidad. A partir del Moral Foundations Questionnaire, se identifican los valores que estructuran las intuiciones morales en España y se comparan con los observados en otros países. Los resultados muestran que el cuidado constituye un fundamento ampliamente compartido, mientras que la igualdad se asocia principalmente a posiciones de izquierda y la autoridad, la proporcionalidad, la lealtad y la pureza reciben mayor respaldo en la derecha. Además, la adscripción religiosa introduce diferencias significativas, sobre todo en la valoración de la pureza y la lealtad. Estos hallazgos permiten situar a España en el debate internacional sobre moralidad e ideología, al tiempo que señalan la necesidad de investigaciones comparadas y longitudinales que profundicen en esta línea.
El artículo examina la relación entre corrupción y populismo en las democracias contemporáneas. Propone recuperar una concepción clásica de corrupción, entendida como degradación moral del sistema político y no solo como soborno. Esta visión coincide con la percepción ciudadana global: aunque la experiencia directa de sobornos es baja, la mayoría cree que sus instituciones favorecen intereses particulares. Tal desconfianza alimenta el atractivo del populismo, que denuncia a las élites como corruptas y promete devolver el poder al “pueblo”, mientras que, una vez en el poder, los populistas suelen debilitar contrapesos institucionales y libertades, dificultando la lucha anticorrupción. El populismo es a la vez amenaza y oportunidad: refleja fallos de representación y puede impulsar reformas. Para evitar riesgos de colapso democrático, se requiere mejorar la legitimidad, eficacia y efectividad del sistema, fortaleciendo la representación parlamentaria, las capacidades estatales y los controles sobre el ejecutivo.
Presentamos los resultados de una investigación reciente sobre las percepciones y actitudes del empresariado español respecto a su profesión, su entorno institucional y su contribución a la sociedad. A partir de una encuesta a 400 directivos y empresarios y 60 entrevistas en profundidad, se observa un empresariado convencido de su aportación económica y social, pero que percibe una valoración pública negativa. Los entrevistados no expresan rechazo hacia el Estado del bienestar, pero manifiestan preocupación por su sostenibilidad, así como por las consecuencias de la regulación económica, y de su volatilidad, en la competitividad. La inmigración se evalúa desde una perspectiva pragmática, vinculada a las necesidades productivas. Describen la crisis de la pandemia como un catalizador de aprendizajes organizativos y tecnológicos. Ven como principal obstáculo para la actividad empresarial un entorno institucional burocratizado y fragmentado. Más que privilegios, demandan reglas claras y estables que faciliten la creación de valor económico y social.
La investigación sobre cambio climático y migración ha pasado de visiones alarmistas a enfoques más matizados. Con datos longitudinales de Senegal, este estudio cuestiona que la migración sea la respuesta principal al estrés ambiental y muestra que la inmovilidad es más frecuente. El calor extremo resulta un factor relevante, pero su efecto se concentra en la migración interna, mientras que en la internacional es inconsistente. Destaca además una marcada diferencia de género: las mujeres reaccionan con mayor intensidad y significación estadística ante los choques de calor en sus decisiones migratorias internas. Estos hallazgos evidencian que la vulnerabilidad y la capacidad de adaptación están vinculadas a los roles sociales y a la distribución desigual de recursos, por lo que las políticas de adaptación deben incorporar una perspectiva de género y evitar asumir respuestas homogéneas de la población.
Esta nota analiza la secularización en España a partir de la evolución de la identidad y la práctica católica en las últimas décadas. La proporción de población que se declara católica ha descendido de forma sostenida (del 90 % en los setenta al 55 % en 2025) y el reemplazo generacional explica buena parte de la caída, aunque también se observan pérdidas de religiosidad dentro de cada cohorte a lo largo del ciclo vital. La ausencia de adscripción religiosa es ya la segunda identidad más frecuente, mientras que el peso de otras confesiones sigue siendo reducido. En el contexto europeo, España se sitúa en una posición intermedia en términos de desafección religiosa. Se presentan también evidencias de la progresiva reducción de la práctica religiosa y de otros indicadores ligados a la socialización católica, como los matrimonios canónicos y la escolarización en la asignatura de religión en religión católica. El proceso de secularización continúa abierto, aunque no apunte necesariamente a un único punto de equilibrio.

