Papeles de Energía
Fecha: 2023
Papeles de Energía, N.º 23 (diciembre 2023)
Sumario
El despliegue de energías renovables adquiere una importancia creciente en el marco de la respuesta a la crisis climática. Es necesario realizar un despliegue acelerado, pero íntegro desde el punto de vista medioambiental y social.
Se han fijado objetivos de renovables sin desarrollar en paralelo normas de ordenación del territorio (en algunos casos hay planes parciales). Esto podría tener un impacto negativo en la sostenibilidad del desarrollo renovable en España.
La captura y uso o almacenamiento de CO2, tanto de las emisiones de CO2 antropogénicas, como directamente del aire o del océano, es una opción tecnológica para la reducción de la concentración de gases de efecto invernadero, y por ello de los efectos del cambio climático, que no es considerada habitualmente en España, ni sobre la que se ha planteado un debate o discusión pública similar a la de otras tecnologías o alternativas de reducción de emisiones.
Las estrategias públicas de reducción de emisiones, como las recogidas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, o en la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, no la contemplan (en el caso del PNIEC) o sólo la admiten si se realiza de forma natural (por los llamados sumideros naturales de carbono, esto es, mediante fotosíntesis en bosques o vegetación natural).
Esta postura contrasta con la existente en otros países, incluso europeos, en los que se está apoyando el desarrollo de esta tecnología en sus distintas fases (captura, almacenamiento, o uso). Por ejemplo, en Dinamarca u Holanda ya se está invirtiendo (aunque en Alemania se ha prohibido el almacenamiento de CO2). La Inflation Reduction Act estadounidense es otro ejemplo de este apoyo público.
El Gobierno español, siguiendo el calendario marcado por la Unión Europea, remitió su borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-2030 en junio de 2023. Este borrador fue sometido a audiencia e información pública, con vistas a la elaboración del documento de actualización definitivo, que debe ser enviado a la Comisión Europea en junio de 2024.
Esta actualización incorpora los objetivos establecidos por la Comisión Europea como respuesta a la crisis energética reciente, y materializados en el plan REPowerEU. El nuevo plan es más ambicioso que el anterior, aumentando el esfuerzo de reducción de emisiones (un 32 % en 2030 frente a 1990, en comparación con el 23 % anterior); la participación de las energías renovables, que aumenta hasta un 48 % de la energía final (seis puntos porcentuales más que en el anterior); la generación distribuida y la flexibilidad del sistema; y los gases sostenibles. Todo ello, en un horizonte temporal que se va reduciendo. La inversión prevista aumenta en consecuencia en un 22 % (con una mayor participación del sector privado, hasta un 85 %).