CUADERNOS DE INFORMACIÓN ECONÓMICA #304
Europa, ante la urgencia de afrontar las grandes reformas pendientes para resistir frente a EEUU y China
Fecha: 29 enero 2025
- El diagnóstico del informe Draghi es especialmente relevante en cuanto al déficit de inversión, la productividad y la dificultad de adaptación del tejido productivo
- La prioridad para la economía española es la profundización del mercado único europeo como principal propulsor del crecimiento
- El tamaño empresarial condiciona menos el acceso a la financiación en España que en el promedio de la Eurozona
Madrid, 29/01/2025 | La publicación del informe Draghi se ha producido en un momento clave para Europa, teniendo en cuenta los desafíos económicos, políticos y sociales que deberá afrontar el continente en los próximos años. Sin tomarlo como una referencia dogmática, es un eje del que ha partido un debate sobre hacia dónde debe ir Europa y cuáles son los retos como bloque económico y para cada país en particular. La necesidad de un cambio que finalmente afronte reformas pendientes en un mundo en transformación la revelan los datos, como se explica en el último número de Cuadernos de Información Económica, publicación editada por Funcas.
En las últimas décadas, en particular desde la crisis financiera, el crecimiento de la UE ha sido reducido en comparación con las otras grandes potencias. En 2023, la diferencia con EEUU de PIB real ajustado por paridad de poder adquisitivo se situó en un -12%, frente a +4% veinte años antes. En el mismo periodo, China se ha acercado a gran velocidad al nivel de vida de Europa. A nivel agregado, el tejido productivo europeo tiene dificultades de adaptación a las transformaciones tecnológicas, energéticas y comerciales.
Raymond Torres y Miguel Ángel González muestran en su artículo la relevancia del diagnóstico del informe Draghi, particularmente en lo que atañe al déficit de inversión, productividad y dificultad de adaptación del tejido productivo a los grandes desafíos tecnológicos y comerciales, y examinan la pertinencia del informe para la economía española, partiendo de la singularidad de su situación respecto al resto de Europa. Si bien el diagnóstico de fondo es compartido a grandes rasgos, España presenta peculiaridades que apuntan a la necesidad de priorizar las recomendaciones del informe.
En primer lugar, el déficit de inversión en España procede sobre todo del sector privado y no de la carencia de recursos públicos, que siguen siendo abundantes. Es, por lo tanto, fundamental para nuestro país que se avance en uno de los ejes que indica el informe Draghi, el mercado único. Por otro lado, desde 2019, la inversión privada ha registrado un descenso notable mientras que la pública se ha incrementado con intensidad. En la UE, la divergencia entre ambos sectores ha sido menos pronunciada que en España. Lo paradójico es que ahora, un país como Alemania, pueda depender más de ese impulso inversor para renovar su tejido productivo. Así, por ejemplo, en EEUU la inversión del sector privado se ha expandido al compás del esfuerzo realizado por las administraciones, evidenciando la existencia de un importante efecto multiplicador.
En segundo lugar, la pérdida de terreno en los mercados globales, especialmente el tecnológico, se compensa en el caso de España con una importante mejora de la posición competitiva en el seno de la UE, impulsada por el abaratamiento relativo de los costes laborales y energéticos. Todo ello sugiere que la prioridad para la economía española es la profundización del mercado único europeo como principal propulsor del crecimiento. Un paso hacia la unión de capitales también ayudaría a movilizar el ahorro europeo hacia el tejido productivo español, dada su favorable posición competitiva en Europa.
A pesar de que hay deberes comunes y específicos para las economías europeas, gran parte de lo que está en juego es hacia dónde va la economía europea en el complejo juego geoestratégico actual. José Ramón Díez Guijarro coincide en señalar que está en juego el modelo social europeo, que exige crecimientos elevados para atender las necesidades de una población envejecida, sobre todo, teniendo en cuenta las reducidas tasas de natalidad. El autor analiza las propuestas clave del informe Draghi, que incluyen una mayor autonomía estratégica, la descarbonización de la economía y el impulso a la productividad. Enfatiza que, aunque el plan establece una hoja de ruta clara, su ejecución enfrenta barreras, como la limitada capacidad fiscal de algunos países y la fragmentación en la toma de decisiones. La solución sería priorizar y avanzar en ámbitos sujetos a mayor posibilidad de acuerdo como la búsqueda de una mayor eficiencia en la asignación de recursos de la UE, el avance en infraestructuras de interés común y en medidas para reducir el coste de la energía o, la simplificación de la carga regulatoria.
El impacto de las políticas comerciales de la Administración Trump en las relaciones transatlánticas centra el artículo de Erik Jones. El autor examina cómo el uso de aranceles y medidas proteccionistas ha alterado el equilibrio económico entre Europa y Estados Unidos, y cómo la Unión Europea podría responder a estas tensiones fortaleciendo su autonomía estratégica. Propone que Europa utilice esta oportunidad para negociar acuerdos que reduzcan su dependencia en sectores como el energético y el militar, al tiempo que adopta un enfoque más proactivo en la definición de sus prioridades comerciales. Estas decisiones no solo mejorarían las relaciones transatlánticas, sino que también reforzarían la competitividad europea en un entorno global marcado por crecientes rivalidades.
Joaquín Maudos analiza la importancia del tamaño empresarial en la obtención de financiación e indica que las empresas españolas se benefician de un coste en el acceso a la financiación bancaria inferior al de las empresas de la eurozona, con independencia del importe del préstamo solicitado. Señala, además, que solo un reducido porcentaje de empresas españolas (4,53%) considera que el acceso a la financiación es su principal problema, y aunque ese porcentaje es mayor en las empresas pequeñas (4,91%), la diferencia con las grandes (4,43%) es pequeña. Las microempresas son las que se enfrentan a más obstáculos, si bien en España ese efecto tamaño apenas penaliza en el grado de restricción financiera. En consecuencia, el tamaño importa, pero poco en España.
Marta Alberni, Ángel Berges y María Rodríguez aportan una visión detallada de las tendencias actuales en el sistema financiero español y europeo, examinando las estrategias de las entidades bancarias en un entorno de tipos reducidos. Los autores analizan cómo la caída en la remuneración de los depósitos ha alterado las decisiones de ahorro de los hogares, empujándolos hacia inversiones alternativas como los fondos de renta fija. El peso de la principal tipología de activos financieros de las familias en España, los depósitos y efectivo, se redujo en tres puntos porcentuales, pasando de acumular el 39,3% de los activos financieros en 2022 al 36,3% en 2023.
Los autores también reflexionan sobre las implicaciones para las entidades financieras, que deben ajustar sus estructuras de costes y buscar nuevas formas de captar y retener clientes en un mercado cada vez más competitivo. En su opinión, el escenario de tipos a la baja, que puede alargarse los dos próximos años, pone el foco del negocio bancario en la gestión de los recursos de la clientela –adecuado equilibrio entre recursos fuera de balance y depósitos, y dentro de estos entre vista y plazo–, así como en una contención de gastos como palanca de mejora de eficiencia.
Este número de Cuadernos de Información Económica también incluye los artículos:
Inteligencia artificial en banca: la visión del cliente
Santiago Carbó, Pedro Cuadros y Francisco Rodríguez
Debilidad en el rendimiento agregado de las empresas constructoras: a la baja productividad se une la falta de capital humano
María José Moral
Reciente evolución del negocio de bancaseguro en España
Daniel Manzano