Empieza a ser un lugar común señalar cómo a la crisis financiera de finales de la primera década del siglo contribuyó, entre otras muchas otras circunstancias, una deficiente política prudencial de supervisión en relación a las entidades de crédito. Este trabajo busca presentar algunos de los cambios normativos que tras la crisis financiera de 2008 han sido incorporados en materia de configuración orgánica de las entidades de crédito y de la supervisión de su cumplimiento.