La (alta) cultura ante el reto digital
Fecha: septiembre 2021
Juan Prieto-Rodríguez
Alta cultura, Cultura online, Brecha digital, Consumo digital, Política cultural
Economía y cultura. Una mirada hacia el futuro
Una de las esperanzas del sector cultural radica en la idea de que la digitalización de contenidos puede favorecer la democratización de la cultura. Esta percepción se basa en lo ya ocurrido en aquellos sectores de las industrias creativas previamente expuestos a los efectos disruptivos de la digitalización (como radiotelevisión, audiovisual, música y sector editorial). Sin embargo, el consumo digital de (alta) cultura podría ser una opción únicamente atractiva para aquellos que ya la consumen en vivo, manteniéndose, por tanto, la desigualdad de acceso a la misma. Utilizando la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España 2018-2019, se estudian las visitas físicas y virtuales a organizaciones culturales vinculadas al patrimonio cultural: monumentos, yacimientos arqueológicos, museos, galerías, exposiciones y archivos. Si bien ambos canales son complementarios, se observa que los visitantes virtuales presentan un perfil similar al de los visitantes tradicionales. Este resultado arroja dudas sobre la visión optimista de internet como una herramienta de democratización de la participación cultural. Probablemente, los consumidores tradicionales más entusiastas, aquellos que visitan una mayor diversidad de instituciones culturales físicamente, están aprovechando las nuevas oportunidades de consumir cultura online. En consecuencia, un objetivo de la política cultural podría ser cambiar el sentido de esta complementariedad, tratando de atraer personas que consumen contenidos digitales de todo tipo hacia la alta cultura. La reducción de las brechas digitales de segundo y tercer orden es clave para ampliar la base demográfica de dicha política.