Incidencia de la inflación en España en 2021 y 2022: ¿cuáles han sido los hogares más perjudicados?

Incidencia de la inflación en España en 2021 y 2022: ¿cuáles han sido los hogares más perjudicados?

Fecha: mayo 2023

Desiderio Romero-Jordán*

Índice de precios para cada hogar, Inflación, Hogares, España

Cuadernos de Información Económica, N.º 294 (mayo-junio 2023)

La inflación no afecta por igual a todos los hogares. Los datos de crecimiento del IPC sintetizan en una sola cifra el valor medio de la inflación, pero la diferente composición de la cesta de consumo por niveles de renta, por tipo de municipio, por estructura del hogar o por situación socioeconómica determina efectos también diferentes de las variaciones de precios sobre la capacidad adquisitiva de los hogares. Este artículo estima un índice de precios para cada hogar (IPCH) de la muestra incluida en las Encuestas de Presupuestos Familiares de 2021 y 2022. Los resultados revelan de manera inequívoca que la inflación en esos años incidió con mayor intensidad en los hogares con menor capacidad de gasto, en las comunidades autónomas menos pobladas, en las zonas rurales y en aquellas personas mayores de 65 años que viven solas. A modo de resumen, el 80 % de los hogares españoles soportó en 2022 un IPCH medio superior al IPC total.

Tras la crisis generada por la pandemia, la preocupación por la inflación ha vuelto con intensidad al primer plano del debate económico. El intenso y persistente fenómeno inflacionista está generando una amplia batería de efectos no deseados sobre los hogares: fuerte erosión de la renta real, encarecimiento de la cesta de la compra, restricciones para mantener una temperatura óptima en las viviendas, incremento de los costes hipotecarios o dificultades de ahorro para hacer frente a imprevistos. Estos problemas se han agudizado en los dos últimos años al pasar el crecimiento medio del índice de precios de consumo (IPC) del 3,1 % en 2021 al 8,4 % en 2022. No obstante, detrás de esas cifras promedio se encuentran incrementos mucho mayores en un amplio listado de bienes y servicios básicos. Por ejemplo, la electricidad aumentó un 35,6 % en 2021 o el aceite de oliva un 26,1 % en 2022.

Utilizando la cesta de consumo a nivel micro disponible en la Encuesta de Presupuestos Familiares, este trabajo calcula un índice de precios para cada hogar en 2021 y 2022. En media, los resultados muestran con claridad que el fenómeno inflacionista pospandemia ha perjudicado más intensamente a los hogares con menor capacidad económica, especialmente de las tres primeras decilas. Es decir, hogares con un gasto anual inferior a, aproximadamente, 14.000 euros, alrededor de 1.200 euros mensuales. Las comunidades más afectadas han sido Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, La Rioja y Aragón que aglutinan la mayoría de provincias que conforman el grueso de la llamada España despoblada. En este sentido, los hogares situados en los municipios más pequeños, con menos de 10.000 habitantes, han sido los más perjudicados, destacando especialmente por su intensidad aquellos formados por personas de más de 65 años que viven solas.

Construcción de un índice de precios para cada hogar (IPCH)

El IPC sintetiza en una sola cifra el crecimiento de los precios de los diferentes ítems que conforman la cesta media de consumo de los hogares. Por construcción, adolece de un cierto nivel de abstracción al ofrecer una cifra media del impacto de los precios en los hogares residentes. Sin embargo, tras ese dato agregado proporcionado regularmente por el INE, existe un IPC latente para cada hogar cuyo valor depende de la composición relativa de sus respectivas cestas de consumo. En otras palabras, cada hogar tiene su propio IPC al que en adelante denominaremos IPCH. Este IPCH vendrá determinado por la interacción de dos variables: (i) la variación de los precios de los diferentes bienes y servicios y (ii) el peso en la cesta de consumo de cada uno de esos ítems.

El IPCH estimado en este trabajo utiliza información estadística procedente de dos fuentes distintas del INE. En cuanto a los precios, se emplean los datos anuales de IPC referidos a todo el territorio nacional desagregados por subclases. Para la estructura de consumo de los hogares se utiliza la última ola disponible, referida a 2021, de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF). La EPF es una muestra representativa que incluye información de carácter socioecónomico de alrededor de 20.000 hogares. El grado de desagregación en los precios es inferior al de los gastos. Por este motivo, ha sido necesario realizar una asignación ad hoc para aquellos gastos que no disponen de un precio específico utilizando el criterio del precio más próximo.

Para el cálculo del peso de los diferentes bienes que componen la cesta de consumo se han excluido dos ítems de gasto que forman parte de la EPF. Concretamente, el alquiler imputado y las remesas a otros miembros no residentes1. El alquiler imputado recoge una estimación del hipotético pago que habrían de realizar los propietarios de viviendas si fueran inquilinos de las mismas, su valor medio es alto dado el elevado peso de la vivienda en propiedad en España2. Sin embargo, a diferencia del alquiler de vivienda, esta imputación no recoge una relación de intercambio remunerada interpartes. Asimismo, las remesas a otros miembros son transferencias unilaterales donde no es posible identificar el destino de estos recursos. En adelante, denominaremos Gasto Ajustado de los Hogares a la suma de los diferentes ítems de gasto en bienes y servicios recogido en la EPF pero excluyendo esas dos partidas.

Los valores estimados de IPCH por niveles de gasto o características socioeconómicas permiten identificar la tipología de hogares más perjudicados por la inflación. Adicionalmente, la comparación de la distribución del valor medio del IPCH con el IPC permite también computar la proporción relativa de hogares más afectados por el crecimiento en los precios. Concretamente, el IPCH de un hogar podrá situarse por encima, por debajo o en un nivel similar al IPC dependiendo de cuál sea su estructura de consumo. Como veremos seguidamente, los hogares cuyo gasto se concentre con más intensidad en bienes más afectados por el crecimiento en los precios soportarán en general valores del IPCH superiores al IPC. En caso contrario, el IPCH estará situado por debajo del nivel general de precios.

Precios y estructuras de consumo

El cuadro 1 recoge las tasas interanuales de inflación en 2021 y 2022 agrupadas en 20 rúbricas, donde los precios aumentaron respectivamente un 3,1 % y un 8,4 %. Asimismo, se ofrece información del peso medio que representan esos grupos de bienes en el Gasto Ajustado del Hogar en la EPF de 2021. En cuanto a la cesta media de consumo, la información recogida en el cuadro 1 muestra que los alimentos y bebidas no alcohólicas son el gasto más importante de los hogares españoles con un peso del 24,8 %. Le sigue en importancia, aunque muy de lejos, el gasto en hostelería y restauración con un 8,2 % y el gasto en energía —electricidad, gas natural y gases licuados— que en conjunto representan el 7,0 %. Por detrás de estos bienes, los gastos están muy atomizados con un elevado número de grupos cuyos pesos oscilan entre el 4 % y el 6 % cubriendo necesidades tan diferentes como vestido, alquiler, mantenimiento de vivienda, comunicaciones, ocio y cultura o carburantes. Por último, los bienes con menor peso en la cesta de consumo media corresponden a cuidados personales (3,8 %), bebidas y tabaco (2,2 %), enseñanza (1,3 %), transporte público (0,7 %) y cuidado de mayores y dependientes (0,2 %).

Detrás del 3,1 % de inflación media en 2021 se encuentran incrementos mucho mayores en algunos bienes. Concretamente, los bienes y servicios más afectados por la inflación fueron los gastos en energía, donde destaca un aumento del 35,6 % de la electricidad y del 26,5 % en los combustibles líquidos —el aumento de los alimentos fue solamente del 1,8 %—. La inflación se agudizó en 2022 escalando al 8,4 %, manteniendo la energía como el bien más afectado por este intenso fenómeno inflacionista. La electricidad moderó su crecimiento al 26,8 %, el gas natural aumentó del 4,9 % al 19,2 % y los combustibles líquidos crecieron un 72,5 %.

Asimismo, el precio de los carburantes creció un 22,4 % seguido del 11,6 % de los alimentos, del 7,2 % de la compra y mantenimiento de motos y turismos y del 6,4 % en hostelería y restauración. Una mención especial merece el crecimiento de los precios de los alimentos a lo largo de 2022. De las 55 rúbricas de precios de alimentos calculados por el INE, un 17 % creció entre el 20 % y el 30 % —por ejemplo, leche, huevos, o aceite de oliva—, un 41 % lo hizo entre el 10 % y el 20 % —por ejemplo, carnes, pan, legumbres, patatas y frutas frescas—, en tanto que el 42 % restante creció por debajo del 10 %.

En definitiva, el cuadro 1 muestra que las fuertes tensiones inflacionistas vividas en 2021 y 2022 afectaron a los bienes con mayor peso en la cesta de consumo de los hogares españoles: alimentos, energía, carburantes y hostelería y restauración. En este sentido, el gráfico 1 muestra el peso relativo de esos cuatro grupos de gasto en la cesta de consumo de los hogares. Dichos pesos han sido graficados por centilas de Gasto Equivalente donde el Gasto Ajustado ha sido reponderado para tener en cuenta el tamaño y composición de los hogares. Para este propósito se emplea la escala de equivalencia de la OCDE que asigna un valor de 1 al sustentador principal, 0,7 al resto de miembros del hogar mayores de 13 años y 0,5 a los de 13 años y menos. Los resultados muestran que el peso de los alimentos es una función decreciente del gasto, situándose alrededor del 30 % en las tres primeras decilas, siendo inferior al 16 % en la última. El perfil decreciente también se observa en la energía con pesos superiores al 10 % en la primera decila e inferiores al 5 % en la última. En conjunto, el gráfico 1 muestra que el peso agregado de esos cuatro grupos de bienes tiene un perfil claramente decreciente con el nivel de gasto equivalente. En consecuencia, como veremos seguidamente, el intenso proceso inflacio- nista de 2021 y 2022 ha golpeado con mayor fuerza a los hogares de menor capacidad de gasto.

Incidencia de la inflación según el nivel de gasto de los hogares

Los gráficos 2a y 2b muestran el IPCH medio por centilas de gasto equivalente en 2021 y 2022. A efectos ilustrativos, los gráficos incluyen también el percentil 90 de la distribución. Como anticipamos en la sección anterior, se confirma que el IPCH es una función decreciente del gasto equivalente en ambos años. En 2021, las siete primeras decilas de la distribución soportan un IPCH superior al 3,1 % de inflación. Si bien, estas diferencias son especialmente intensas en las tres primeras decilas, con un 5,1 % la primera, 4,2 % la segunda y 3,9 % la ter- cera. Contrariamente, el IPCH medio es inferior al IPC en el 30 % restante de hogares. Podría hablarse por tanto de una relación 70/30 para sintetizar la proporción de los hogares con un IPCH medio superior/inferior al IPC. En ese 70 % se incluyen hogares con un gasto ajustado inferior a 26.900 euros anuales. La comparación de los valores que toma la media en los extremos de su distribución resulta útil para ver las diferencias en impacto de la inflación en hogares con la máxima diferencia en capacidad de gasto. Así, el IPCH medio de la primera decila –que incluye al 10 % de los hogares con menor capacidad de gasto— es del 5,1 %. Este valor es 1,6 veces superior al 3,1 % de IPC. Por el contrario, el IPCH medio los hogares de la última decila —que concentra al 10 % de mayor capacidad de gasto— es el 2,5 %, equivalente al 80 % del IPC. En otras palabras, el IPCH medio de la primera decila duplica al de la última.

En 2021 el crecimiento del IPCH medio de la pri- mera decila duplicó al de la última: 5,1% frente al 2,5%, para una media general del 3,1%.

En cuanto a la incidencia en 2022, la relación 70/30 observada en 2021 pasó a ser 80/20. Es decir, se produjo un aumento de 10 puntos en el porcentaje de hogares que en media se enfrentaron a un IPCH superior a la inflación —el umbral de gasto de hogares en esa situación se elevó desde 26.900 euros de gasto ajustado anual a 32.500 euros—. Adicionalmente, las diferencias en la intensidad del impacto entre las primeras decilas observado en 2021 se redujo ligeramente en 2022. Concretamente, la distancia entre la primera y tercera decilas se redujo de 1,3 puntos en 2021 a 0,9 en 2022. Con estas particularidades, la información recogida en los gráficos 2a y 2b permite afirmar que el fuerte crecimiento en los precios de 2021 y 2022 incidió con mayor intensidad en los hogares con menor capacidad de gasto. A efectos ilustrativos, la distribución del percentil 90 muestra, además, que en algunos hogares la incidencia fue incluso mucho mayor a la que refleja la media. Para esos hogares, el IPCH de la primera decila alcanzó el 8,48 % en 2021 y el 10,41 % en 2022. Es decir, 5,3 puntos y 2,0 puntos por encima de los valores del IPC de 2021 y 2022.

Incidencia de la inflación por comunidades autónomas y categorías socioeconómicas

El cuadro 2 muestra el IPCH de 2021 y 2022 por comunidades autónomas. Ambos resultados han sido ordenados en orden descendente según el IPCH de 2022. A efectos comparativos, el cuadro incluye el ranking de los hogares según el nivel de renta recogido en la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) (INE, 2023b) donde el primer puesto lo ocupa el País Vasco. Asimismo se incluye el tamaño equivalente del hogar (UC1) correspondiendo a Ceuta el más grande (2,43 miembros) y a Asturias el más pequeño (1,8). Por último, se incluye el peso en la cesta de consumo de alimentos, energía y carburantes, así como el agregado de esos tres ítems. El ranking de incidencia de la inflación sigue patrones similares en 2021 y 2022 por lo que en los siguientes comentarios concentraremos nuestra atención en este último año.

Por este orden, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, La Rioja y Aragón fueron las seis comunidades con un IPCH superior al 8,4 % de IPC de 2022. La mayoría de las provincias españolas que conforman la denomina España despoblada pertenecen precisamente a esas seis comunidades autónomas (Bandrés y Azón, 2021). En estas regiones, el peso medio en la cesta de consumo de alimentos, energía y carburantes se encuentra por encima de la media nacional. Castilla-La Mancha, la región con el IPCH más alto en 2022, presenta precisamente el mayor peso en alimentos (26,4 %) y energía (10,4 %). En términos poblacionales, esas seis regiones presentan dos rasgos en común que merecen ser destacados. Primero, la densidad de población es en todas ellas inferior a la media nacional (94,1 habitantes/km2) –en el caso de las dos Castillas, Aragón y Extremadura está por debajo de 30 habitantes/ km2—. Segundo, con la excepción de Castilla-La Mancha, el grado de envejecimiento de sus poblaciones está por encima de la media nacional (INE, 2023c). Así, dentro de cada comunidad, la proporción de mayores de 65 años sobre menores de 15 es alrededor de 1,5 en Aragón, La Rioja y Extremadura, alcanzando 2,1 en Castilla y León –la media nacional es 1,3—.

Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, La Rioja y Aragón fueron las comunidades con un IPCH superior al 8,4 % de IPC de 2022. La mayoría de las provincias que conforman la denominada España despoblada pertenecen precisamente a esas seis comunidades.

La elevada dispersión unida a la existencia de un reducido número de pueblos de tamaño grande —donde habitualmente se focaliza la mayor parte de la oferta de bienes y servicios públicos y privados— explicaría el elevado peso en carburantes existente en las dos Castillas o Extremadura. Por otra parte, las diferentes variantes del (más extremo) clima continental que afecta a Castilla La Mancha, Castilla y León, Extremadura y La Rioja explican un elevado peso del gasto en energía. En el extremo opuesto, las seis regiones con un IPCH más reducido fueron por este orden Madrid, Ceuta, Melilla, Canarias, País Vasco y Cataluña. Todas ellas tienen como rasgo en común un peso total en alimentos, energía y carburantes inferior a la media nacional. En el caso de Madrid, País Vasco y Cataluña debido al bajo componente del gasto en alimentos –Madrid ostenta el mínimo con un 20,8 %—. Y en cuanto a Ceuta, Melilla y Canarias, por los bajos pesos relativos de los gastos en energía y carburantes que compensan su elevado gasto en alimentos.

La situación geográfica y el clima, en interacción con el nivel de gasto de los hogares, aportan información a las diferencias de incidencia de la infla- ción observada entre regiones. Concretamente, la localización geográfica determina la cantidad de energía empleada por los hogares a través de dos factores: el número anual de horas de sol recibido –que condiciona la iluminación de los hogares— y las condiciones climatológicas, afectando al uso de dispositivos de calefacción/aire acondicionado (INE, 2020)3. En este sentido existen grandes diferencias en cuanto a estos dos factores a lo largo de todo el territorio nacional. Por ejemplo, el número anual de horas de sol en las comunidades próximas al Mar Cantábrico es aproximadamente de 1.800 mientras que en el Levante o el sur de España es alrededor de 3.000 horas. Asimismo, las temperaturas invernales de las comunidades del centro de la península se encuentran entre las más frías de España, afectando al gasto en calefacción.

Los hogares formados por una sola persona mayor de 65 años se enfrentan a valores medios de IPCH superiores a los de parejas más jóvenes con o sin hijos, así como a los hogares monoparentales. Un patrón relevante en todas estas estructuras familiares es que el IPCH es claramente superior en los hogares residentes en zonas rurales.

El cuadro 3 presenta los niveles de IPCH según la localización geográfica de los hogares, así como por una selección de variables socioeconómicas. Los resultados muestran que la inflación resulta más intensa en los municipios pequeños de menos de 10.000 habitantes. Debe hacerse notar que estos municipios suponen el 73,7 % de los 8.131 existen- tes en España. La diferencia media de IPCH entre los municipios más grandes, con población superior a 100.000 habitantes, y los más pequeños, con menos de 10.000, era de 1,9 puntos en 2021 y se elevó a 3,4 en 2022. Asimismo, entre 2021 y 2022, el IPCH creció más en los pequeños municipios que en las ciudades grandes: en los primeros aumentó 5,4 puntos mientras que en los segundos el incremento fue de 4,0 puntos. A efectos ilustrativos, el Apéndice muestra que las diferencias de medias según el tamaño de los municipios donde residen los hogares son estadísticamente significativas.

Asimismo, la incidencia de la inflación presenta algunas diferencias relevantes según la estructura de los hogares. Aquellos formados por una sola persona mayor de 65 años se enfrentan a valores medios de IPCH superiores a los de parejas más jóvenes con o sin hijos, así como a los hogares monoparentales. Un patrón relevante en todas estas estructuras familiares es que el IPCH es claramente superior en los hogares residentes en zonas rurales. Merece especial atención el caso de las personas mayores de 65 años, donde el IPCH oscila entre el 7,44 de los residentes en zonas urbanas y el 10,72 que lo hacen en zonas rurales. Es decir, una diferencia de 3,28 puntos. Como vimos en la sección anterior, los hogares con menor capacidad económica se enfren- tan a mayores valores de IPCH. Este resultado se confirma en los hogares donde todos los miembros están desempleados, así como en aquellos con menor nivel de estudios, esta última es una proxy de la renta.

Referencias

Bandrés, E. y Azón, V. (2021). La despoblación de la España interior. Funcas. https://www.funcas.es/documentos_trabajo/la-despoblacion-de-la-espana-interior/

IDAE. (2011). Análisis del consumo energético del sector residencial en España. https://www.idae.es/uploads documentos/documentos_Informe_SPAHOUSEC_ ACC_f68291a3.pdf

INE. (2020). Anuario Estadístico de España 2020. Entorno físico y medio ambiente. https://www.ine.es/prodyser/pubweb/anuarios_mnu.htm

INE. (2022). Encuesta de Presupuestos Familiares. Año 2021. Microdatos. https://ine.es/dyngs/INEbase/es/operacion.htm?c=Estadistica_C&cid=1254736176806&menu=resultados&idp=1254735976608

INE. (2023). Índices de precios de consumo. Base 2021. Medias Anuales. https://ine.es/dynt3/inebase/es/index.htm?padre=8435&capsel=8436

INE. (2023). Indicadores de estructura de la población. https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=1452

INE. (2023c). Encuesta de Condiciones de Vida 2022. https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=9947

Notas

* Universidad Rey Juan Carlos y Funcas.

1 Este procedimiento coincide con la metodología seguida por el Instituto Nacional de Estadística.

2 Su valor medio fue en 2021 de 7.665 euros representando en media alrededor del 28 % del gasto total de los hogares con residencias en propiedad, el 88 % de los hogares de la EPF de 2021 tienen alquiler imputado.

3 Según IDAE (2011), la calefacción supone en media el 47 % del gasto en energía, la iluminación un 4 % y el aire acondicionado un 1 %.

Apéndice

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