Tras las elecciones celebradas recientemente en Alemania, los partidos clásicos CDU y SPD —que probablemente conformarán en coalición el próximo Gobierno han acordado un paquete financiero que incluye, entre otras medidas, un fondo para infraestructuras de 500.000 millones de euros o la exención del gasto en defensa del límite de deuda constitucional. Las medidas han sido ampliamente respaldadas por expertos y organizaciones y, aunque la deuda pública sufriría un incremento importante, son abordables dado el amplio margen fiscal del país. El importante giro de la política económica es la respuesta de Alemania a la crisis económica y los riesgos geopolíticos actuales.