El paquete fiscal aprobado por el gobierno para afrontar los efectos de la crisis energética, cuya vigencia termina a finales de año, incluye una rebaja generalizada de 20 céntimos por litro de carburante para todos los consumidores. María José Moral, de Funcas, explica que esta medida ha recibido varias críticas, por su carácter contrario a la transición energética pero también porque resulta regresivo en términos de distribución de renta. Las ayudas, si se prorrogan, deberían modularse atendiendo a una serie de criterios y tener un carácter temporal.