La pausa adoptada por la administración Trump en la guerra arancelaria es engañosa.: una parte de las tarifas sí han entrado en vigor, perjudicando ya a sus socios comerciales y abocando, de manera inmediata, a un frenazo de la economía estadounidense. Permanece, ademas, la incertidumbre por el caótico proceso de toma de decisiones, lo que, unido a la reducción de los flujos comerciales, tendrá un impacto a la baja en el crecimiento de España y la UE. Se impone un control de daños que pasa, al menos, por evitar confrontaciones añadidas, buscando pactos de no agresión con otros bloques comerciales.