Raymond Torres
Tras un período de relativo alivio a finales de 2021 y principios de 2022, la interrupción de las relaciones económicas con Rusia y las restricciones sanitarias en China han vuelto a causar cuellos de botella en el comercio internacional. Este proceso –en particular, en lo que afecta a materias primas y productos tecnológicos—, unido a los efectos de la crisis energética, está afectando de nuevo la industria europea y española. El sector automovilístico nacional, con su apuesta por el vehículo eléctrico, puede ser uno de los grandes afectados.