Tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal venían anunciando en los últimos meses un giro en su política monetaria que ahora parece acelerarse por el rápido aumento de los precios. Sin embargo, está por ver qué intensidad tendrán las subidas de tipos anunciadas por la Fed o el fin de los estímulos anticipado por el BCE, y si ambas herramientas serán verdaderamente efectivas en la lucha contra una inflación proveniente del aumento de los costes energéticos. También habrá que lidiar con los efectos de estas políticas sobre el coste de la deuda pública. Lo explica Santiago Carbó.