El proteccionismo “duro” que se espera de la próxima administración republicana de EE UU puede afectar no solo al crecimiento de las economías china y europea, sino que podría tener efectos globales. Santiago Carbó, de Funcas, cree que el nuevo equipo de la Casa Blanca puede flexibilizar sus posiciones iniciales al respecto si Europa asume compromisos como el de un mayor gasto militar. Las próximas políticas estadounidenses también podrían tener un impacto en la senda de tipos de interés: una eventual modulación de la senda de bajadas de tipos por parte de la Fed posiblemente tendría respuesta del BCE para evitar la bajada del tipo de cambio del euro y, por tanto, problemas para las importaciones estratégicas del viejo continente.