El plan fiscal que el gobierno ha enviado a Bruselas prevé una reducción del déficit público desde el 3,5% del PIB registrado en 2023 hasta el 0,8% en 2031. Sin embargo, más allá de un paquete de medidas fiscales —que incluye la trasposición a la normativa española de un tipo mínimo en el IS al 15% y la validación de los límites a la compensación de pérdidas— no existe concreción sobre cómo se va a conseguir el objetivo. Desiderio Romero, de Funcas, propone un debate sobre el diseño impositivo, más allá de la mera comparación de los ingresos fiscales españoles respecto a los de otros países de la UE.