Panel de previsiones de la economía española
ENERO 2025
El Panel de previsiones de la economía española es una encuesta realizada por Funcas entre los 19 servicios de análisis que se recogen en el cuadro 1. La encuesta, que se viene realizando desde 1999, se publica bimestralmente en los meses de enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre. A partir de las respuestas a dicha encuesta, se ofrecen las previsiones de “consenso”, que se calculan como la media aritmética de las 19 previsiones individuales. A modo de comparación, aunque sin formar parte del consenso, también se presentan las previsiones del Gobierno, AIReF, el Banco de España y los principales organismos internacionales
Se estima que el PIB creció un 3,1% en 2024
Según el consenso de analistas, el PIB creció un 3,1% en 2024, una décima porcentual más de lo anticipado en el Panel de noviembre. Asimismo, se estima que el PIB creció un 0,7% en el cuarto trimestre del año, una décima más que lo esperado en noviembre.
La demanda nacional habría aportado 2,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB (una décima más de lo esperado en el anterior consenso) y el sector exterior, 0,5 puntos porcentuales (una décima menos). Las estimaciones del consumo, tanto privado como, especialmente, público, se revisan al alza, mientras que la de la inversión se mantiene en la relativa a construcción y se reduce una décima en maquinaria y bienes de equipo. En cuanto al sector exterior, se reduce la estimación de crecimiento tanto en exportaciones como en importaciones, más en el caso de las primeras que en el de las segundas (cuadro 1).
La previsión para 2025 se eleva hasta el 2,4%
La previsión de consenso para el crecimiento del PIB en 2025 se eleva una décima hasta el 2,4%, ligeramente por debajo de la del Banco de España y AIReF y por encima de organismos internacionales como la Comisión Europea y la OCDE (cuadro 1). Se espera un avance del 0,6% en el primer trimestre, seguido de crecimientos del 0,5% en cada uno del resto de trimestres (cuadro 2).
Para el conjunto del año, la demanda nacional aportará 2,5 puntos porcentuales de crecimiento –dos décimas más respecto a la anterior previsión–, mientras que el sector exterior restará una décima. La desaceleración en relación a 2024 se percibirá en el consumo, especialmente en el público, y en el sector exterior, por un avance de mayor magnitud en las importaciones que el de las exportaciones. La inversión, por su parte, mostrará más vigor, sobre todo destaca el mayor impulso en maquinaria y bienes de equipo, en comparación con el débil crecimiento esperado para 2024 (cuadro 1).
Se revisa al alza la previsión de inflación para 2025
La tasa de inflación general en 2024 descendió hasta septiembre. Desde ese mes, repuntó, tal y como se esperaba, hasta terminar el año en un 2,8% en diciembre, la misma cifra que la media anual. La inflación subyacente continúa mostrando resistencia a la baja, y osciló desde septiembre en el rango 2,4%-2,6%, con una media anual del 2,9%.
La previsión para la tasa media del índice general para 2025 se eleva una décima hasta el 2,2%. La tasa interanual de diciembre sería del 2,1% (cuadro 3). Respecto a la inflación subyacente, la previsión para la media anual también se eleva una décima hasta el 2,3%.
Resiliencia del mercado laboral
Según las cifras de afiliación a la Seguridad Social, la creación de empleo en el cuarto trimestre fue similar a la del trimestre previo, si bien se trata de un avance ligeramente inferior a los registrados en los dos primeros trimestres del año.
La estimación de consenso de crecimiento del empleo EPA en 2024 es del 2,2%, y para 2025 se prevé un crecimiento del 1,8% (no se realizan comparaciones con las previsiones de noviembre porque este es el primer Panel en que se solicitan las previsiones de empleo en términos EPA, frente a empleo equivalente de anteriores ediciones). La productividad y los costes laborales unitarios (CLU), calculados a partir de las previsiones de crecimiento del PIB, de las remuneraciones salariales y del empleo en términos de EPA, serían para 2024 del 0,9% y 3,8%, respectivamente. Para 2025, la previsión es del 0,6% y 2,7%.
La tasa de desempleo media anual se habría situado, según el consenso, en el 11,5% en 2024, y se reduciría cuatro décimas hasta el 11,1% en 2025 (cuadro 1).
Superávit externo histórico
La balanza de pagos por cuenta corriente registró un saldo positivo hasta octubre de 45.800 millones de euros, siendo esta la mejor cifra en este periodo de la serie histórica. Este buen dato es consecuencia especialmente de la balanza de servicios, fuertemente impulsada por los servicios turísticos, que más que compensa el deterioro de la balanza de rentas. La estimación de consenso apunta a un superávit del 2,8% del PIB –igual que en el anterior Panel– para 2024, mientras que la previsión para 2025 es del 2,6%, también sin cambios respecto al Panel de noviembre (cuadro 1).
Se mantiene la previsión de déficit público
Las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales, registraron hasta octubre un déficit de 16.600 millones de euros, frente a 19.600 millones en el mismo periodo del año anterior. Este mejor resultado es consecuencia del buen ritmo de crecimiento de los ingresos, especialmente de la recaudación y las cotizaciones sociales, que más que compensan el aumento de los gastos.
El consenso de analistas eleva las previsiones de déficit público hasta el 3,2% y el 3% del PIB para 2024 y 2025 respectivamente, una décima más en ambos casos que en la anterior previsión. Ambas cifras son superiores a las que contempla el Gobierno y los principales organismos internacionales (cuadro 1).
Declive relativo de la eurozona
Tras la sorpresa del tercer trimestre, todo apunta a que la economía de la eurozona se estancó de nuevo en el cierre del año. El debilitamiento es especialmente acusado en Alemania, que encadena dos años en negativo. A la inversa, la expansión se mantiene en EE.UU. a tenor de los últimos datos de creación de empleo y los recortes de impuestos anunciados por el presidente electo Donald Trump auguran un nuevo impulso a la demanda. La inflación podría también mostrarse más persistente, sobre todo si se materializan las promesas arancelarias y en materia de inmigración. Los mercados anticipan que la Reserva Federal dispondrá de poco margen para mantener la senda de reducción de tipos de interés.
En sus perspectivas económicas de enero, el FMI prevé para 2025 un crecimiento robusto del 2,7% en EE.UU. (medio punto más que en la ronda de octubre). Esto es casi el triple del 1% pronosticado para la eurozona (dos décimas menos que la ronda de otoño). Además, el Fondo pone hincapié en los riesgos de fragmentación del comercio internacional y de incertidumbre incrementada como consecuencia de la ola proteccionista que se vislumbra, algo que sería especialmente perjudicial para las economías europeas, entre las más dependientes de los intercambios internacionales. Las tensiones geopolíticas también podrían afectar el precio de las materias primas. Es un hecho que el petróleo y el gas han tendido a encarecerse desde el último Panel, ante la amenaza de nuevas disrupciones en los mercados.
El Panel mantiene su visión de pesimismo acerca del entorno internacional, particularmente en la UE. De los 19 panelistas, hay 17 que consideran que el contexto está siendo desfavorable en Europa, y 13 opinan lo mismo a propósito de la coyuntura no europea. Además, la opinión mayoritaria es que la situación no cambiará en los próximos meses (cuadro 4).
Leve descenso de los tipos de interés
El entorno monetario es menos propicio a un rápido descenso de los tipos de interés, en contra de lo que se anticipaba en noviembre. La relativa robustez de la economía americana, junto con la persistencia de la inflación, han generado una inflexión en el discurso de la Reserva Federal. En Europa es más probable que la desinflación se vaya afianzando, habida cuenta de la debilidad coyuntural. Sin embargo, la presión bajista que se ejerce sobre el euro es un desafío que podría obligar al BCE a operar con más gradualidad de lo esperado. Con todo, el consenso apunta a un recorte de los tipos de intervención del BCE de cerca de 75 puntos básicos de aquí a finales de año (cuadro 2).
Esta gradualidad se ha trasladado a los mercados. El Euribor a un año ha repuntado desde principios de diciembre hasta cerca de 2,6%, y solo descendería en torno a 35 puntos básicos de aquí a finales de año, según la previsión de consenso. Los tipos de mercado con vencimientos a largo plazo han repuntado con más intensidad, ante las expectativas de crecimiento del volumen de deuda pública a nivel global. El bono público a 10 años cotiza en el entorno del 3,2%, medio punto más que hace un mes y medio, en consonancia con la tendencia alcista observada en los mercados internacionales de deuda, y apenas descendería en 30 puntos básicos hasta finales del presente ejercicio (cuadro 2). No se aprecian presiones en la prima de riesgo española.
El euro se acerca a la paridad con el dólar
La persistencia de un importante diferencial de perspectivas de crecimiento y de tipos de interés entre la eurozona y EE.UU. se ha reflejado en los mercados de divisas. El euro ha seguido depreciándose, perdiendo un 3% de su valor frente al dólar desde el último Panel. Los analistas no pronostican una recuperación en el corto plazo, el tipo de cambio pudiendo situarse en el entorno de 1,04 a finales del presente ejercicio, frente a 1,09 en la anterior valoración (cuadro 2).
La política fiscal está siendo expansiva y la monetaria restrictiva
Las valoraciones de política macroeconómica sufren pocas variaciones en relación al anterior Panel. La política fiscal está siendo expansiva, cuando la mayoría de panelistas recomendaría una posición neutra, más acorde con el ciclo de crecimiento de la economía española (cuadro 4). A la inversa, la política monetaria tiende a restringir la demanda, cuando la opinión mayoritaria es que debería ser menos restrictiva. En suma, lo que se desprende del Panel es que un cambio en el mix de políticas sería deseable.