¿Una BigTech europea de pagos?
ODF - Funcas 78 / 2020
Fecha: 27 de octubre de 2020
El auge de las grandes tecnológicas americanas y chinas en la última década ha fomentado un debate público en Europa acerca de la posibilidad o necesidad de que surja una BigTech en la UE. Por el momento, una menor inversión tecnológica, una regulación más estricta y la existencia de un mercado fragmentado, han dificultado que surja una gran empresa tecnológica comunitaria. En todo caso, comienza a contemplarse la posibilidad de que surja, al menos, un gran competidor europeo en materia de pagos.
Los datos ilustran que la UE invierte menos en tecnología que Estados Unidos y China. La inversión privada en I+D+i en Europa supone el 19% del total mundial, mientras que la de China es del 24% y la de Estados Unidos del 28%[1]. En activos intangibles clave como software, bases de datos y propiedad intelectual, Estados Unidos invierte casi 2 puntos de PIB más que la UE.
Por otra parte, mientras que en Estados Unidos y China las autoridades han apostado por un entorno regulatorio flexible, en Europa existe una regulación más estricta en materia de protección de datos y reglas antimonopolio más firmes.
La fragmentación europea en aspectos como el desarrollo tecnológico y la digitalización suponen una desventaja estructural. Los mercados más homogéneos de Estados Unidos y China facilitan una ganancia rápida de escala. Sin embargo, uno de los segmentos donde podría existir espacio para que una gran empresa europea se posicionara es en los pagos.
El propio Banco Central Europeo (BCE) ha establecido como prioridad explorar la creación de una solución de pago paneuropea unificada[1]. De este modo, a través de la Iniciativa de Pagos Europeos (EPI, por sus siglas en inglés), el BCE reconoce la necesidad de que surja una gran empresa de pagos comunitaria que compita con las grandes plataformas - Visa y Mastercard - para hacer frente a las nuevas formas de pago que ya ofrecen algunas BigTechs en Europa (por ejemplo, ApplePay, GooglePay, WeChat). En este sentido, el éxito de los neobancos europeos (N26, Revolut y Monzo), -que empiezan a expandirse geográficamente[2]- también puede considerarse una señal de que estos nuevos modelos de negocio digitales puedan ser el germen de un gran conglomerado tecnológico de pagos en Europa.
[1] Innovation in Europe. Changing the game to regain a competitive Edge. McKinsey. Octubre 2019. https://www.mckinsey.com/~/media/mckinsey/featured%20insights/innovation/reviving%20innovation%20in%20europe/mgi-innovation-in-europe-discussion-paper-oct2019-vf.pdf
[2] ECB welcomes initiative to launch new European payment solution. BCE. 2 julio 2020.
https://www.ecb.europa.eu/press/pr/date/2020/html/ecb.pr200702~214c52c76b.en.html
[3] European fintech giant Revolut is close to applying for a bank charter in California, sources say. CNBC. 12 octubre 2020. https://www.cnbc.com/2020/10/12/european-fintech-giant-revolut-is-close-to-applying-for-a-bank-charter-in-california.html