¿Ratings para las stablecoins?

A medida que crecen los problemas de confianza sobre los activos digitales, empiezan a surgir respuestas desde la industria que intentan reducir la información incompleta y asimétrica. La posibilidad de establecer un sistema de ratings capaz deproporcionar información sobre la solvencia de estas monedas puede ser clave para el devenir de estos activos digitales.

Los recientes acontecimientos ocurridos en el mundo de las criptomonedas han puesto de manifiesto la necesidad de resolver de una manera más eficiente las divergencias informativas existentes entre los emisores de éstas y los inversores. No se trata ya del riesgo que pueden sufrir los inversores por la volatilidad de estos activos. Los criptousuarios deben ser conscientes de la relación “rentabilidad-riesgo” al invertir en las criptomonedas tradicionales. (Bitcoin o Ethereum) que son, de por sí, muy volátiles. Sin embargo, se observa que incluso los usuarios de algunas criptomonedas estables – cuyo valor está ligado a una moneda fiduciaria – han estado expuestos a pérdidas. En mayo de 2022, algunas stablecoins como Luna, una criptomoneda algorítmica, no pudieron mantener la estabilidad con el dólar[1]. Se estima que las pérdidas asociadas a este hecho superaron los 40.000 millones de dólares para los usuarios de esta moneda.

La posibilidad de que algunas criptomonedas estables carezcan de suficientes activos líquidos en forma de reservas para capear un shock de demanda inesperado  preocupa. Las implicaciones de una susceptible crisis de liquidez y solvencia en el ecosistema de las stablecoins es especialmente sensible para los poderes públicos. De hecho, estos empiezan a admitir que las criptomonedas estables a veces pueden ser no serlo[1]. Actualmente, los emisores de estas monedas suelen reportar mensual o trimestralmente sus tenencias de reservas. La pregunta es si son suficientes. Un sistema de ratings, basado en medir la capacidad de solvencia de estas monedas puede ser valioso para el ecosistema de las stablecoins.

Por el momento, Moody’s, una de las principales agencias de calificación, ya ha anunciado que está desarrollando un sistema de ratings para las criptomonedas estables[1]. La compañía ha informado que no se tratará de una calificación crediticia oficial, sino que pretende establecer un sistema capaz de determinar la solvencia de estas monedas en función de las reservas que las respaldan. Según se ha anunciado, evaluarán inicialmente hasta 20 criptomonedas estables. La creación de este tipo de ratings no pretende ser utilizado como una forma de asesoramiento legal, de inversión, financiero o de otro tipo por parte de ninguna persona.

Como apuntan los analistas, lo que parece evidente es la necesidad de incrementar la transparencia sobre los criptoactivos, y en especial, sobre las stablecoins, que como han señalado los reguladores, tienen un mayor potencial de contagio para el conjunto del sistema financiero.