¿Qué supone la quiebra de FTX para los criptomercados?

Hace menos de un año la plataforma de compraventa de criptoactivos FTX alcanzaba una valoración de 32.000 millones de euros. El pasado fin de semana, sin embargo, anunciaba su quiebra al no poder superar sus problemas de liquidez, y tras no alcanzar un acuerdo de compra por parte de Binance. ¿Qué ha pasado y qué supone dicha quiebra para los criptomercados?

A medida que se conocen más detalles acerca de la caída de FTX se atisban problemas relacionados con una mala gestión por parte de su fundador, Sam Bankman-Fried. Las últimas informaciones apuntan a que Bankman había desviado dinero de inversores en FTX para financiar actividades de su otra empresa, Alameda Research[1]. Se estima que hasta 10.000 millones de dólares se desviaron a esa otra compañía. Este dinero provenía de los fondos depositados por los clientes y por los que los estos recibían un elevado interés. Todas las posibles actuaciones fraudulentas que han dado lugar a la actual situación de quiebra están siendo investigadas por el supervisor de los mercados de EE. UU. (SEC, por sus siglas en ingles) y también por las autoridades de Bahamas, ya que legalmente FTX tiene su sede en este país del Caribe[2].

La quiebra de FTX se está dejando sentir en los criptomercados. Por una parte, los más relacionados con FTX, como la aplicación Solana, han perdido cerca del 60% de su valor. Además, monedas como Bitcoin o Ether también se han visto arrastradas por el temor a un contagio y, posterior colapso de todos los criptoactivos. En tan solo unos días, Bitcoin y Ether han caído cerca de un 25%. Incluso algunas stablecoins también se han visto afectadas. Es el caso de la moneda digital USDD, que no ha podido mantener en algunos momentos su paridad con el dólar. En conjunto, el valor global de los criptomercados ha pasado en pocos días de tener una valoración de 1,05 billones de dólares a 0,8 billones de dólares, lo que supone una caída cercana al 25%.

En definitiva, el caso de FTX ha arrastrado el valor agregado global de los criptomercados por debajo del billón de dólares, intensificando el criptoinvierno en el que ya estaban sumidos estos activos digitales. Y es que, en noviembre de 2021, la valoración global se situaba muy cerca de los 3 billones de dólares, lo que supone que dos de cada tres dólares invertidos en criptoactivos se han evaporado en un año[3].

Algunos analistas apuntan a que el temor a que más plataformas puedan verse afectadas por estos escándalos, debido a una evidente falta de regulación, puede dar la puntilla a muchos de estos activos. Como apuntan algunas encuestas, muchos inversores están perdiendo la confianza en los criptoactivos, y en un mercado sin banco central, aseguradora o protección institucional, la confianza es primordial.