Las BigTech aprovechan la pandemia para aumentar su oferta financiera

La pandemia ha acelerado la digitalización financiera en numerosos países.  En el ámbito financiero, esta aceleración ha otorgado una oportunidad a las empresas basadas en plataformas, con sólidas estrategias digitales y amplias bases de clientes para que profundicen en su oferta de servicios financieros.

Un reciente informe[1] del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) ha advertido que con la Covid-19 las BigTech han ampliado su oferta de servicios financieros. Desde la pandemia, estas empresas han experimentado un rápido crecimiento de sus ingresos ligados a estas actividades.  Como señala el informe del FSB, parte de este crecimiento se ha debido a un aumento en su negocio de pagos y crédito. En este sentido, algunas estimaciones del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) muestran que el volumen de crédito concedido por las BigTech en 2020 aumentó en un gran número de países[2], entre ellos algunos relevantes como Argentina, Brasil, China, Japón, Kenia, Corea, México y Rusia. Algo similar ha ocurrido en el segmento de los pagos, donde el volumen de descargas de sus aplicaciones para transacciones de compra ha experimentado un gran crecimiento, especialmente en las economías emergentes.

El uso de aplicaciones de pagos digitales en transacciones de comercio electrónico, en muchos países  ofrecidas por BigTech – por ejemplo, Apple Pay, Google Pay, Samsung Pay o AliPay –, creció un 38% en 2020. En algunos países, como China e India, donde las BigTech ya estaban bien posicionadas, la pandemia les ha servido para reforzar su dominio en el mercado de pagos móviles. Por ejemplo, en China, las BigTech AliPay y Tencent ostentan actualmente más del 90% de la cuota de mercado de pagos móviles.

El informe del FSB también señala algunas posibles implicaciones de este crecimiento de las BigTech en el ámbito financiero. Por una parte, preocupa que la mayor competencia por parte de las BigTech pueda incentivar que las instituciones financieras tradicionales asuman mayores riesgos. Además, también preocupa que la concentración de determinados servicios en algunas de estas BigTech pueda generar posibles vulnerabilidades derivadas de fallos operativos, problemas de insolvencia o ataques cibernéticos.

En cualquier caso, como recoge el informe, este nuevo panorama competitivo está haciendo que los reguladores nacionales estén promulgando normativas de aplicación específica para las BigTech. El objetivo es establecer normas con las que atajar los potenciales riesgos de estabilidad financiera, competencia y gestión de los datos que pueden surgir del crecimiento de las BigTech en la industria financiera.