La transformación de las finanzas digitales
ODF - Funcas 76 / 2020
Fecha: 20 de octubre de 2020
La digitalización de la economía se ha podido acelerar a raíz de la crisis sanitaria de la Covid-19. Entre otras cuestiones, está cambiando la industria bancaria y financiera. La adaptación al nuevo entorno es clave para los intermediarios financieros. Los que iban más rezagados en sus planes de transformación digital pueden ahora haberse quedado atrás de forma súbita.
La digitalización está siendo más visible en los pagos. Algunos expertos consideran que la pandemia ha hecho que, en unos meses, los pagos digitales alcancen niveles que esperaban alcanzarse dentro de dos a cinco años[1].
En todo caso, la aceleración de la transformación digital va más allá de los pagos. Los consumidores están comenzando a familiarizarse con el uso de apps, con las que gestionan más eficientemente todo tipo de transacciones e inversiones. Así, el modelo de las “súper apps financieras”, que ya triunfa en Asia, empieza a penetrar en los países occidentales de manos de las BigTech.
El cambio digital también afecta a la forma con la que obtienen financiación los consumidores. Los préstamos entre particulares (P2P, en inglés) a través de plataformas online ganan popularidad como alternativa al préstamo bancario. El mercado de préstamos P2P podría alcanzar los 558.900 millones de dólares en 2027, con una tasa de variación anual del 29,7%.[2]
Además, este proceso tiene importantes implicaciones en materia de inclusión financiera. En las regiones tradicionalmente menos bancarizados en términos de oficinas físicas, el uso de las billeteras móviles (wallets) comienza a ser la norma. De hecho, muchos gobiernos de África han declarado que estas billeteras son servicios esenciales, por lo que han prohibido que se cobren comisiones por realizar transferencias con ellas.
Hay más novedades del nuevo entorno. La banca tradicional trata de adaptarse al entorno digital pero el crecimiento en el volumen de negocio de grandes plataformas tecnológicas es cada vez más evidente. Según recoge “The Economist”1, los bancos convencionales representan solo el 72% del valor de mercado total de la industria bancaria y de pagos, frente al 81% de principios de 2020 y el 96% de hace una década. Las grandes compañías tecnológicas, como Amazon, Facebook o Ant Group, y plataformas de pagos como PayPal o Square, están duplicado su volumen de negocio en los últimos años. Bancos, plataformas de comercio electrónico, grandes tecnológicas, Fintechs, compañías de redes sociales y las empresas de telecomunicaciones están compitiendo por convertirse en plataformas a través del cual los usuarios pueden comprar una gama de productos financieros, de forma exclusiva o en colaboración con terceros.