El potencial del ESG en el sector FinTech

La creciente preocupación por la sostenibilidad medioambiental, social y de buen gobierno corporativo de las empresas (ESG, por sus siglas en inglés) está provocando un cambio sustancial en la industria de los servicios financieros. Aquellas empresas FinTech enfocadas en estos factores tienen una capacidad única para ofrecer soluciones innovadoras y sostenibles en el ámbito financiero.

El uso que hacen estas compañías de la tecnología favorece que estas empresas sean capaces de ayudar a la consecución de los criterios ESG que se imponen en las sociedades modernas. Además, a diferencia de otros actores financieros, pueden hacerlo de una manera más eficiente y rápida. La creciente relevancia de los factores ESG en la industria financiera está proporcionando una oportunidad de negocio para aquellas FinTech sostenibles. Además, como señalan algunos expertos, el sector FinTech  puede desempeñar un papel importante en el cumplimiento de los objetivos ESG.[1]

El atractivo que tienen las FinTech sostenibles empieza a atraer el interés de los inversores. Desde la pandemia viene observándose un aumento de la financiación captada a través del capital riesgo de aquellas FinTech orientadas en la consecución de los objetivos ESG.

En 2020, el nivel de inversiones en este tipo de FinTech alcanzó los 1.800 millones de dólares, frente a los 700 millones de 2019[2]. La previsión es que el crecimiento en el nivel de inversión de estas FinTech sea incluso aún mayor en los próximos años.

Una parte de las FinTech orientadas en los criterios ESG han basado su negocio en los consumidores (B2C, por sus siglas en inglés). Ejemplos de ello son aquellas las de pagos, que se enfocan en influir en el comportamiento de compra de los consumidores para que adopten marcas, empresas y prácticas que sean más sostenibles y que ayuden a reducir la huella de carbono. Así, los usuarios de estas empresas pueden pagar con la aplicación de su FinTech al tiempo que se les reporta información sobre el impacto ESG de sus compras.

Otras de estas FinTech se han especializado en ofrecer sus servicios a otras empresas (B2B, por sus siglas en inglés). Entre ellas destacan aquellas que, gracias al uso de técnicas de big data, son capaces de evaluar el riesgo medioambiental, social y de gobierno de otras empresas. Los clientes de estas FinTech, incluidas las entidades financieras y las empresas de servicios de inversión, emplean estos análisis de riesgo para gestionar el riesgo ESG y para  crear una cartera de inversión más sostenible.

Como señalan algunos analistas, las FinTech pueden apalancarse en los objetivos ESG para atraer el creciente  volumen de clientes que se preocupan por cambiar la forma en que interactuamos con nuestro entorno y entre nosotros.