Dependencias tecnológicas entre las BigTech y las entidades financieras

La necesidad de situarse a la vanguardia en innovación en el sector financiero está haciendo que muchas  entidades financieras confíen en las soluciones ofrecidas por las grandes empresas tecnológicas. Se incrementan las dependencias de las BigTech, lo que, a juicio de diversos organismos, puede suponer una fuente adicional de riesgo.

Aunque las instituciones financieras han realizado esfuerzos para aprovechar al máximo las innovaciones tecnológicas, en muchos casos carecen de la capacidad para desarrollarlas a la escala que algunas de ellas requieren. Esto termina haciendo que, en muchos casos, las entidades financieras establezcan acuerdos con los grandes operadores tecnológicos. Según se apunta en un informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS. por sus siglas en inglés) [1], las entidades financieras empiezan a mostrar una cierta dependencia en estas innovaciones.

Como se indica en el informe, la mayoría de las instituciones financieras ya utilizan algún tipo de nube pública y servicios de análisis de datos proporcionados por alguna BigTech. Además, según el BIS, es probable que esta dependencia aumente en el futuro.

La relación es clara, por ejemplo, en lo que respecta a la implementación de la computación en la nube (cloud computing). Una parte significativa del sector bancario confía en las grandes tecnológicas para desarrollar estos servicios. Además, las elevadas inversiones que hacen las BigTech en áreas como la computación cuántica pueden hacer que estas ganen aún más presencia como proveedores tecnológicos de las entidades financieras en el futuro. Se trata de innovaciones que aportan una resolución más rápida de tareas y procesos puede hacer que los bancos tengan que confiar en las BigTech para su implementación.

Según el informe del BIS, esto puede hacer crecer los riesgos operativos de las entidades financieras, así como las vulnerabilidades sistémicas que pueden surgir si las grandes tecnológicas experimentan problemas en su funcionamiento. Además, parte del riesgo procede de la elevada concentración de cuota de mercado de algunas BigTech en segmentos concretos como el del cloud computing. Los cuatro principales proveedores de esta tecnología – Amazon, Microsoft, Google y Alibaba Cloud – controlan alrededor del 70 % del mercado mundial de la nube.

A juicio del BIS, el actual marco regulatorio no fue concebido para examinar los riesgos que surgen de estas interdependencias. Abordar los riesgos de estas interdependencias puede requerir el desarrollo de reglas específicas para las actividades que lleven a cabo o que ofrezcan las BigTech en el sector financiero.