V Encuesta semanal sobre la opinión de los españoles sobre el Covid-19

V Encuesta semanal sobre la opinión de los españoles sobre el Covid-19

Fecha: 20 de abril 2020

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CINCO SEMANAS BAJO EL ESTADO DE ALARMA: TEMOR AL CONTAGIO Y PESIMISMO ECONÓMICO, CON LA FAMILIA COMO PUNTAL

Dirección de Estudios Sociales – Funcas

Transcurridas cinco semanas desde la declaración del estado de alarma, la sociedad sigue ávida de noticias que reduzcan las incertidumbres y las inquietudes. Esas noticias no logran del todo abrirse paso entre el conjunto de indicadores que diariamente describen la magnitud de la crisis sanitaria y la profundidad de la crisis económica y social.

Lo cierto es que, aun cuando el pasado lunes, 13 de abril, el ministro de Sanidad dio por alcanzado el pico de la epidemia, el optimismo sobre el doblegamiento de la curva fue debilitándose a medida que avanzaba la semana: al aumento del número de afectados por el coronavirus (probablemente como consecuencia de la extensión de tests de diagnóstico) se ha unido la resistencia a descender que ha mostrado la mortalidad. En medio de la vorágine mediática que han provocado estas abultadas cifras, los debates sobre el recuento de casos de infectados, hospitalizados y fallecidos, y la confusión sobre la utilidad de las mascarillas y su abastecimiento, apenas ha quedado margen para apreciar evidencias tales como la tendencia al descenso de la reproducción de la pandemia (con un valor de R0 por debajo de 1 en el conjunto del país) y el incremento de la cifra de personas curadas (más de 75.000 el 18 de abril).

Mientras en el plano sanitario las buenas noticias se han hecho esperar, en el económico-laboral se han acumulado las malas. Las que más resonancia han conseguido en esta quinta semana de confinamiento han sido las que se hicieron eco de los pronósticos que el martes, 14 de abril, anunció el FMI, desfavorables para todos los países, pero especialmente sombríos para España: una fuerte caída del PIB (estimada en 8%), un rápido aumento del paro (hasta el 20%) y un incremento sustancial del déficit y de la deuda pública en 2020 (que podrían situarse en el entorno del 9,5% y del 110% del PIB, respectivamente).

Todas estas circunstancias tan extraordinarias ponen a prueba a familias, empresas y administraciones públicas. Sobre la tensión a la que la crisis del coronavirus está sometiendo a las administraciones públicas y las empresas, y las respuestas que unas y otras están dando, disponemos de amplia información a través de los medios de comunicación. Más desconocida es la situación de las familias, sometidas a unas condiciones en las que se conjuga la intensificación de la convivencia con algunos miembros y el distanciamiento físico permanente de otros. Sin embargo, parece que no solo están resistiendo bien esta presión a la que la crisis del coronavirus les ha expuesto, sino que incluso están reforzando sus relaciones internas.

Esta es una de las diferentes conclusiones que cabe extraer de la quinta ola de la ENCUESTA FUNCAS SOBRE EL CORONAVIRUS a una muestra representativa de la población residente en España (de 14 o más años), compuesta por 707 individuos y realizada por IMOP Insights entre el 13 y el 18 de abril. Sus resultados se exponen a continuación ordenados en los siguientes diez puntos:

(1) Situación laboral de la población activa (Cuadro 1)
(2) Evolución de la situación económica del hogar (Cuadro 2)
(3) Previsión sobre la recuperación de la economía tras la crisis (Cuadro 3)
(4) Expectativas sobre el futuro de pequeños negocios y empresas (Cuadro 4)
(5) Preferencias sobre el relajamiento del confinamiento (Cuadro 5)
(6) Valoración de la gestión de la crisis en España (Cuadro 6)
(7) Perspectiva de una nueva crisis (Cuadro 7)
(8) Proyectos de viajes para el verano (Cuadro 8)
(9) Visión de las relaciones familiares (Cuadro 9)
(10) Valoración del propio estado de ánimo (Cuadro 10)

(1) SITUACIÓN LABORAL DE LA POBLACIÓN ACTIVA (CUADRO 1)

La encuesta traza un panorama de situaciones laborales de la población activa bastante estable respecto al observado un par de semanas atrás (en la cuarta ola de la Encuesta Funcas sobre el coronavirus). La proporción de empleados (43%) supera solo en 5 puntos a la compuesta por pensionistas (21%) y parados (16%). Los “nuevos parados” (porcentaje de desempleados que no lo estaban antes del inicio de la crisis) se mantienen en torno a un tercio (31%) del total de parados (16% del conjunto de la muestra).

De entre los empleados, el porcentaje de los que trabajan en su lugar habitual (bien con “normalidad” o “con horarios especiales”) asciende al 30%, quedándose 6 puntos por debajo del de quienes teletrabajan (36%). Esta modalidad de trabajo desde casa está especialmente extendida entre los ocupados menores de 35 años (43%) y los que han completado estudios universitarios (57%).

Los entrevistados que afirman hallarse incluidos en un ERTE representan el 17% de todos los empleados. Esta situación afecta en particular a quienes carecen de estudios universitarios (en cambio, solo el 10% de los que cuentan con ellos declara encontrarse en esta situación de desempleo temporal).

Tras el levantamiento de la prohibición de ir a trabajar para desarrollar actividades definidas como no esenciales, ha vuelto a descender el porcentaje de empleados que están en casa sin teletrabajar al 2%. Junto con los que en el momento de la encuesta no están trabajando, bien por haber cerrado su propio negocio (6%), por estar de baja (3%) o de vacaciones (1%), los empleados que están en casa sin desempeñar una actividad laboral alcanzan el 12%.

En definitiva, a grandes rasgos, entre los entrevistados que trabajan, el grupo de mayor volumen está formado por los que lo hacen desde casa (teletrabajo), seguidos por los que trabajan en su lugar habitual. Aproximadamente, uno de cada seis se encuentra afectado por un ERTE, y uno de cada ocho permanece en casa sin desempeñar una actividad laboral.

(2) EVOLUCIÓN DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA DEL HOGAR (CUADRO 2)

La inclusión en esta encuesta de una pregunta sobre la valoración de la situación económica del hogar ya formulada en la anterior ola (30 de marzo - 3 de abril) revalida un dato de gran importancia: la crisis del coronavirus ha deteriorado la economía doméstica de aproximadamente cuatro de cada 10 entrevistados. En efecto, aunque el 58% de los entrevistados afirma que la situación económica de su hogar no ha cambiado, un 39% declara que ha empeorado. Se aprecian diferencias notables entre los grupos de edad. La población mayor de 64 años muestra un mejor mantenimiento de su economía (el 80% afirma que la situación económica de su hogar es igual a la de antes del coronavirus; y el 19%, que ha empeorado). Por el contrario, entre la población de 25 a 54 años la percepción de un deterioro de la situación económica del hogar es más acusada, situándose alrededor del 50% de los entrevistados. El deterioro de la economía doméstica afecta asimismo en mayor medida a los hogares en los que viven niños y adolescentes (menores de 17 años). Alrededor de la mitad de los entrevistados que conviven con menores (53%) consideran que sus circunstancias económicas han empeorado, algo que admite poco más de un tercio (35%) de quienes viven en hogares sin menores.

Cuando a quienes responden que la situación económica de su hogar ha empeorado se les pregunta si creen que mejorará antes del verano, dos tercios (67%) lo dudan. Y lo que es peor, la mitad de los entrevistados que no confían en que su situación mejore antes del verano, tampoco creen que lo hará antes de que acabe el año (48%). Los más jóvenes (menores de 25 años) destacan por su desconfianza ante una recuperación en el corto plazo (antes del verano), pero muestran más optimismo cuando el plazo se alarga hasta el final de 2020.

(3) PREVISIÓN SOBRE LA RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA TRAS LA CRISIS (CUADRO 3)

Al igual que la valoración de la situación económica del propio hogar, la opinión sobre la recuperación de la economía se ha mantenido prácticamente estable respecto a la pasada encuesta. En una escala de 0 a 10, en la que 0 representa el máximo desacuerdo y 10 el acuerdo completo, la puntuación media que se obtiene de las respuestas de los entrevistados ante la frase “la economía española se recuperará con rapidez cuando acabe la crisis del coronavirus” se sitúa en 3,7. Aunque esta previsión tan desfavorable prevalece en todos los grupos, los datos de esta ola confirman que el escepticismo está algo más extendido entre las mujeres (3,6) que entre los hombres (3,8), y también más entre los entrevistados que han completado estudios universitarios (3,6) que entre los que carecen de ellos.

(4) EXPECTATIVAS SOBRE EL FUTURO DE PEQUEÑOS NEGOCIOS Y EMPRESAS (CUADRO 4)

Muy pesimista es también la visión sobre el futuro de los pequeños negocios y empresas tras la crisis. Solo una quinta parte de los entrevistados cree que “con el plan de apoyo que (les) ha ofrecido el Gobierno”, más de la mitad de estos negocios y empresas van a lograr salir adelante. Sin embargo, uno de cada dos entrevistados (52%) cree que lo lograrán menos de la mitad de esos negocios y empresas. De nuevo, las mujeres desconfían en mayor proporción de la recuperación de este tejido productivo: el 57% de ellas frente al 47% de ellos piensan que se salvarán menos de la mitad de los pequeños negocios y empresas. El pesimismo se halla también especialmente extendido entre los habitantes de ciudades pequeñas (10.000-50.000 habitantes), un 60% de los cuales opina que menos de la mitad de esos negocios y empresas conseguirán superar la crisis.

(5) PREFERENCIAS SOBRE EL RELAJAMIENTO DEL CONFINAMIENTO (CUADRO 5)

Durante la quinta semana bajo el estado de alarma y con la mirada puesta en la desescalada del confinamiento, la posibilidad de relajar las restricciones a la movilidad de los ciudadanos y, en particular, de los niños ha sido objeto de intenso debate público. Aunque el sábado, 18 de abril, el Presidente del Gobierno anunció que a partir del 27 de abril se permitirían las salidas de los niños en condiciones limitadas, de los datos de la encuesta se desprende que, antes de que se publicara esa decisión, en la opinión pública no prevalecía la demanda a favor de que el Gobierno tomara “cuanto antes” esa medida. De hecho, más de la mitad de los entrevistados entre el lunes y el sábado de esa semana se declararon en contra de “permitir salir a los niños pequeños a la calle, acompañados de un adulto” (53%). Permitir salir “a pasear en solitario” o “a correr solo” suscitaban todavía un rechazo mayor (57%), que aumentaba si las propuestas de pasear o correr se planteaban con el acompañamiento de otra persona (en lugar de en solitario) (77% y 83%, respectivamente).

En cuanto a la medida más debatida en los últimos días, la de autorizar las salidas de niños acompañados por un adulto, el apoyo es mayor entre los hombres (48%) que entre las mujeres (38%). También respaldan en mayor medida esta medida los entrevistados con estudios universitarios (50%) y los encuestados de 35 a 44 años (49%), así como los que conviven con menores de 17 años (49%). En todo caso, en ninguno de estos
grupos los defensores de esta medida de relajación superan a quienes, por prudencia y temor a que se produzcan retrocesos en el control de la pandemia, prefieren que no se adopte “cuanto antes”.

(6) VALORACIÓN DE LA GESTIÓN DE LA CRISIS (CUADRO 6)

Ante la pregunta sobre si la gestión de la crisis en España ha sido mejor, peor o igual que en la mayoría de los países europeos, las respuestas se reparten mayoritariamente entre quienes opinan que ha sido “igual” y que ha sido “peor”, con un 42% en cada una de estas opciones de respuesta. Los que piensan que la gestión de la crisis ha sido mejor representan aproximadamente una sexta parte del total de entrevistados (16%). La
opinión crítica hacia la gestión es más frecuente entre los hombres que entre las mujeres (44% de ellos y 39% de ellas responden que la gestión ha sido peor en España), destacando también entre los mayores (65 o más años: 47%).

Por otra parte, llama la atención la extensión de la preferencia por los científicos y expertos como principales decisores en una crisis sanitaria como la que estamos atravesando. Cuatro de cada cinco entrevistados (81%) opinan que “las principales decisiones sobre el control de la crisis deberían tomarlas, sobre todo, los expertos y científicos”, frente a un 5% que se inclina por dejar el protagonismo a los políticos. Esta preferencia por los expertos se halla muy ampliamente extendida en todos los tramos de edad y niveles educativos.

(7) LA PROBABILIDAD DE UNA NUEVA CRISIS (CUADRO 7)

Sobre la posibilidad de que una crisis como la del coronavirus se repita en un plazo breve de tiempo, las opiniones están divididas. Un 46% cree “probable que en los próximos tres años volvamos a sufrir una crisis como esta”, mientras que un 43% lo duda. Esta creencia se halla algo más extendida entre las mujeres (48%) que entre los hombres (44%), alcanzando también porcentajes muy altos entre la población menor de 25 años (59%). En cambio, entre los entrevistados de 35 a 54 años, son más los que creen que no se repetirá en ese periodo de tiempo.

Ahora bien, quienes sí consideran probable que vuelva a ocurrir una crisis semejante, confían mayoritariamente en que “estaremos mejor preparados para afrontarla”: tres cuartas partes de ellos (76%) así lo piensan.

(8) PROYECTOS DE VIAJE PARA EL VERANO (CUADRO 8)

Recién cumplida la Semana Santa en confinamiento, solo uno de cada tres entrevistados (34%) cree que este verano realizarán algún viaje fuera de su ciudad de residencia. Además de la consideración de las potenciales restricciones y las precauciones sanitarias, las condiciones económicas inciden muy probablemente en esta respuesta.

Seis de cada diez (62%) entrevistados no creen saldrán de su ciudad, proporción que entre los parados con experiencia laboral aumenta diez puntos porcentuales (72%). Las mujeres declaran en mayor medida que los hombres que pasarán sus “vacaciones en casa” (67% frente a 56%), mientras que los entrevistados con estudios universitarios aparecen como el único grupo en el que los que piensan “salir de veraneo” superan en número a los que creen que no lo harán (49% y 47%, respectivamente). En todo caso, la gran mayoría de los que creen que viajarán, se plantean hacerlo por España (84%).

(9) VISIÓN DE LAS RELACIONES FAMILIARES (CUADRO 9)

El coronavirus ha sometido a las familias a una rigurosa “prueba de estrés”: muchas han visto reducirse sus ingresos, mientras los tiempos de convivencia dentro del hogar (y de compartir espacios y dispositivos domésticos) aumentaban y las normas de distancia social imponían la ausencia de encuentros y contactos físicos con familiares muy próximos (hijos, padres, abuelos). Los datos de la encuesta indican, sin embargo, que las familias se están reforzando en esta crisis. La pregunta al respecto se ha formulado de tal manera que recoja una opinión basada no solo en las propias experiencias, sino también en experiencias ajenas de las que se pueda tener conocimiento: “Hasta donde usted puede juzgar, ¿estas semanas de confinamiento han mejorado o empeorado las relaciones dentro de los hogares (es decir, con las personas con las que se convive)?”. Excluyendo a las personas que viven solas, menos de una quinta parte de los entrevistados perciben que esas relaciones han empeorado. Sin embargo, la mitad (49%) opina que han mejorado. La proporción no desciende a medida que aumenta el tamaño del hogar; antes al contrario, el porcentaje de quienes aprecian una mejora de las relaciones dentro del hogar es más alto en los hogares con cuatro o más miembros (60%), como también lo es en aquellos hogares en los que conviven niños y adolescentes (56%). Los entrevistados menores de 45 años reconocen asimismo mayoritariamente una mejora de esas relaciones (56%). Por encima de esa edad aumentan, sobre todo, los porcentajes de quienes declaran que las relaciones dentro del hogar no se han visto afectadas.

Más favorables son todavía las respuestas cuando la pregunta (formulada en los mismos términos) inquiere sobre la relación con los familiares con los que no se convive. Casi seis de cada diez entrevistados (57%) creen que esas relaciones han mejorado. Las mujeres lo afirman en mayor medida que los hombres, pero los porcentajes más abultados se localizan en las ciudades de 200.000 habitantes o más. Este hallazgo sugiere que el coronavirus ha ofrecido la oportunidad de reanimar algunas relaciones familiares que, quizá por el ajetreo de las vidas urbanas, se hallaban más distanciadas espacial y temporalmente.

(10) VALORACIÓN DEL ESTADO DE ÁNIMO GENERAL (CUADRO 10)

Que el coronavirus no haya tensado las relaciones familiares, sino que, en gran medida, las haya mejorado contribuye seguramente al buen estado de ánimo de la población. Y es que pese al temor al contagio y el deterioro económico que han sufrido muchos hogares, el estado de ánimo de la población no muestra signos de agotamiento. En línea con anteriores encuestas, más de siete de cada 10 entrevistados lo describen como “bueno” (65%) o “muy bueno” (8%). La proporción de desanimados se queda por debajo del 15%, aunque es algo mayor entre quienes manifiestan que la situación económica de su hogar ha empeorado (17% de ellos afirman que su estado de ánimo es “malo” o “muy malo”, porcentaje siete puntos más alto que el que registran quienes responden que la situación económica de su hogar no ha cambiado).

FICHA TÉCNICA

Muestra:
707 residentes en España (Península, Baleares y Canarias) de 14 o más años (96% de nacionalidad española).

Técnica de entrevista
Telefónica (sistema CATI): 58% teléfono fijo y 42% teléfono móvil.

Diseño muestral
Teléfono fijo (58%):
• 1ª etapa: selección aleatoria de municipios con probabilidad equivalente a su tamaño de hábitat.
• 2ª etapa: selección aleatoria del hogar a partir de una base de datos de teléfonos generados de forma aleatoria.
• 3ª etapa: selección del individuo por cuotas de sexo y edad con rellamada.
Teléfono móvil (42%):
• Muestreo aleatorio simple a partir de una base de datos de teléfonos móviles generada de forma aleatoria.

Fechas de campo:
Del 13 al 18 de abril de 2020.

Realización de la encuesta:
IMOP Insights.

Funcas

Think tank dedicado a la investigación económica y social

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