La recuperación que se esperaba a inicios de año no se está materializando, a tenor del débil avance del PIB de la eurozona en el segundo trimestre, un 0,3%, lo mismo que el trimestre anterior. Los resultados, sin embargo, son dispares: las economías con más peso de la industria como Alemania tienen un comportamiento peor que las más dependientes de los servicios, particularmente del turismo, como España.