Reconciliar la seguridad social con el mercado
Fecha: abril 1995
Autores: Jacques Bichot
Las prestaciones tributarias alcanzan en Europa niveles que van del 35 al 45 por 100 del PIB, y de ellas laseguridad social representa más de la mitad, lo que plantea el dilema de la conveniencia o no de reducir los niveles de protección social para volver a unas exacciones tributarias más compatibles con el buen funcionamiento de una economía libre de mercado. Sin embargo, los sondeos de opinión reflejan que los europeos están habituados a un alto nivel de seguridad social, detal forma que la mayoría estaría dispuesta a pagar más -si fuera necesario- antes que ver reducida su protección social. En estas condiciones, el autor consideraque luchar por la reducción de la seguridad social sería un contrasentido dramático, ya que, desde una perspectiva democrática liberal, la cantidad óptima de seguridad social es la que resulta de la libre confrontación de la oferta y la demanda, y consecuentemente tan intervencionista sería una actuación que impusiera un consumo de seguridad social superior al deseado por los ciudadanos como la que impusiera el racionamiento dela misma. En este trabajo se pretende demostrar queno hay incompatibilidad de naturaleza entre la seguridad social y la economía de libre cambio. Aunque hoy la seguridad social esté organizada de forma burocrática, puede reformarse para formar, junto con la banca y los seguros, un gran conjunto de servicios. ¿Cuáles son las funciones de la protección social? En lo que alos seguros se refiere, la de enfermedad y de accidentes de trabajo no se diferecian fundamentalmente de los seguros de daños. En todos los casos, el organismo que gestiona el servicio permite que se produzca un intercambio entre el conjunto de los asegurados. Igualmente, se produce un intercambio a muy largo plazo en el supuesto de las reasignaciones de renta a lo largo delciclo vital (infancia, madurez y tercera edad). La distribución adecuada de la renta a lo largo de este ciclo sólo puede realizarse mediante intercambios: en principio, cada generación recibe de la que la ha precedido y lo devuelve cuarenta años más tarde. La única función de la protección social que no depende directamente de la economía de libre cambio es el tratamiento de la pobreza y las ayudas sociales. Pero incluso en este campo la idea de intercambio no está totalmente ausente, pues algunos organismos de caridad saben hacer que los que han salido del apuro tomen conciencia de su deber de ayudar a los que continúan marginados. Elautor muestra, a continuación, cómo ese intercambio social que, con mayor o menor acierto, cumple la seguridad social aparece desfigurado por varias razones. La primera es la que denomina el «mito de la redistribución». Frente a la afirmación generalizada de que la protección social está hecha para redistribuir rentas, señala que para entre un 80 y un 90 por 100 de las cantidades afectadas, la seguridad social toma el dinero de las mismas categorías que se benefician de su generosidad. Otra fuente de oscurida