A pesar de que el nivel formativo de los inmigrantes llegados a España ha ido mejorando con el paso del tiempo –una mejora que arrancó al comienzo de la Gran Recesión–, los datos constatan que aún sigue siendo inferior al de los nacidos en España. María Miyar, de Funcas, explica cómo el mercado laboral español incorpora inmigrantes cada vez mejor formados, pero de forma insuficiente para considerar que haya dejado de ser un modelo de baja cualificación.
