La tasa de ocupación de los jóvenes españoles experimenta una recuperación que, sin embargo, aún no compensa la caída de los años de la Gran Recesión, y sigue por debajo de los máximos alcanzados en 2007. Al mismo tiempo, se constata que alrededor de uno de cada seis jóvenes de 25 a 29 años está inactivo, es decir, que ni trabaja ni busca empleo. Como indica Juan Carlos Rodríguez, de Funcas, las tendencias recientes no apuntan a una rápida recuperación de la ocupación y de la actividad en este segmento de edad. Todo ello tiene implicaciones directas sobre las posibilidades de emancipación de estos jóvenes –y, por tanto, ahonda en los problemas de fecundidad de nuestro país—, lo que exige el abordaje de políticas que busquen el fortalecimiento del mercado laboral juvenil en España.