Miguel Ángel González Simón, Funcas. Europa se ha comprometido a un incremento del gasto en defensa en los próximos años, pero la industria europea presenta dos debilidades: la fragmentación de su oferta y la baja colaboración entre las empresas de los Estados miembros. Con un mercado integrado, Funcas calcula que, en 2022, año de la invasión de Ucrania, Europa habría aumentado su producción millitar en 46.000 millones de euros. La cifra refleja el coste que supone la escasa dimensión y la atomización. La buena noticia es que el margen de mejora es amplio si se ahonda en el aumento de la productividad –vía escala– y en la colaboración entre países. Un planteamiento que, por cierto, tendría implicaciones para toda la política económica del Viejo Continente.