Santiago Carbó de Funcas. Las tensiones financieras de la semana pasada afectaron a la valoración de la deuda estadounidense. Los treasuries americanos perdieron atractivo –elevando los mercados sus exigencias de rentabilidad– ante el caos decisorio de las autoridades económicas de aquel país sobre los aranceles, con la consiguiente erosión del carácter de activo refugio del dólar. Asimismo, la incertidumbre ha alcanzado a los bonos de otros países vinculados a esta moneda, por lo que las próximas acciones de los bancos centrales, en particular del BCE, se centrarán previsiblemente en generar un entorno de confianza a inversores y ahorradores.