Los hogares perdieron durante 2022 un 5% de su renta disponible en términos de poder adquisitivo; sin embargo, la pérdida ha sido desigual, siendo los asalariados el colectivo más afectado. El impacto más inmediato se ha producido sobre el consumo, que seguirá cayendo en la primera mitad del año, y sobre los márgenes empresariales de pymes y de empresas que compiten internacionalmente. Es previsible que en el conjunto de 2023 la renta disponible ya no se vea erosionada gracias a la mejora de las expectativas del segundo semestre. Raymond Torres evalúa también, en este vídeo, las medidas adoptadas para paliar la pérdida de poder adquisitivo.