Pagos y monedas digitales ante las catástrofes naturales

Pagos y monedas digitales ante las catástrofes naturales

ODF - Funcas 69

Fecha: 30 de septiembre de 2021

Se estima que cada año los desastres naturales afectan a 160 millones de personas en todo el mundo. En muchos casos la ocurrencia de huracanes, inundaciones, tifones, tornados o incendios forestales limita el acceso de la población a determinados medios de pago dependiendo de las circunstancias que acompañen al inesperado fenómeno. Cuando se pierde el acceso a la electricidad o los desplazamientos con complicados, el efectivo resurge como un instrumento de pago esencial. En otras ocasiones, lo complicado es acceder a los lugares en los que obtener efectivo. En estas circunstancias, los medios de pagos digitales o incluso las criptomonedas también puede ser de utilidad.

Después de un desastre natural, las personas afectadas necesitan acceso a fondos para cubrir tanto sus compras habituales como para reparar los daños sufridos.

Se ha observado en algunos casos, como en el tsunami que tuvo lugar en Japón en 2011, que el sistema electrónico de pagos minoristas puede restaurarse antes de que las sucursales físicas de las entidades bancarias puedan volver a estar operativas.[1]

En este contexto, los medios de pago digitales (en muchos casos las propias apps bancarias) son de gran ayuda, ya que permiten a los afectados recibir dinero de amigos o familiares y pagar las compras urgentes de alimentos y medicinas. Todo ello, siempre que haya electricidad y una conectividad móvil que lo permita. En los casos en que esto no es posible, el efectivo es el principal resorte.

En todo caso, algunas economías, principalmente las que por su geolocalización tienen un mayor riesgo de sufrir desastres naturales, están incentivando el desarrollo de sistemas de pagos digitales para hacer frente a las situaciones de caos derivadas de estas catástrofes.

Un ejemplo de ello es Vanuatu, un archipiélago del Pacífico considerado el país del mundo con mayor riesgo de desastres naturales. El gobierno del país ha lanzado un proyecto pionero basado en la tecnología blockchain para dar ayudas directas a las familias afectadas por estos fenómenos.[2] Gracias a una aplicación móvil, Unblocked Cash, los ciudadanos pueden registrarse como afectados y recibir la ayuda para pagar y poder comprar directamente alimentos, medicinas, ropa y otros suministros de emergencia.

En otros casos se ha ido más allá, con el lanzamiento de monedas digitales oficiales (CBDC, por sus siglas en inglés). Es el caso de Las Bahamas. En esta isla del Caribe, tras el huracán Dorian en 2019, su banco central vio la conveniencia de lanzar una moneda digital, en parte, para aliviar los efectos adversos de este tipo de desastres naturales. Con dicha moneda - llamada Sand Dollar - uno de los objetivos que se persiguieron era garantizar que ante la ocurrencia de un nuevo desastre natural sus ciudadanos tendrían dinero disponible en sus teléfonos móviles para poder continuar realizando sus pagos.[3]

Lo que estas experiencias parecen reflejar es la conveniencia de una coexistencia y diversificación de diferentes formas de pago, preservando desde el efectivo hasta las formas más avanzadas de transacción digital.


[2] Vanuatu pioneers digital cash as disaster relief. The Guardian. Noviembre 2020. https://www.theguardian.com/world/2020/nov/07/vanuatu-pioneers-digital-cash-as-disaster-relief

[3] The Bahamas is ‘disaster-proofing’ payments with its first-ever digital currency. Mastercard. 18 febrero 2021. https://www.mastercard.com/news/perspectives/2021/the-bahamas-is-disaster-proofing-payments-with-its-first-ever-digital-currency/

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