Los reguladores globales acuerdan establecer normas comunes para las “stablecoins”
ODF - Funcas 79 / 2020
Fecha: 29 de octubre de 2020
Las implicaciones para la estabilidad financiera que puede tener la adopción masiva de criptomonedas privadas está alentando a los reguladores a ser proactivos y a buscar una acción coordinada. En esta nota se analizan algunos esfuerzos comunes recientes con el objetivo de alcanzar para finales de 2021 un marco regulatorio común para las llamadas monedas privadas estables (stablecoins).
Los reguladores han observado que proyectos como Libra de Facebook podrían acabar tomando forma. Que Libra no prosperara en sus primeros intentos no quiere decir que ésta u otra moneda similar no pueda hacerlo en el futuro más cercano. Lo que han hecho esas iniciativas privadas es lograr que los supervisores y reguladores financieros tomen consciencia de que una actitud pasiva puede tener consecuencias indeseables para la estabilidad financiera. La perspectiva de que miles de millones de personas utilicen una criptomoneda estable respaldada por una cesta de monedas fiduciarias ha impulsado a los bancos centrales a elaborar reglas comunes[1].
El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) -que agrupa a los supervisores y reguladores financieros del G20- reconoce que estas monedas podrían traer eficiencias a los pagos minoristas transfronterizos, que tienden a ser lentos y caros.
Eso sí, también considera que es prioritario establecer un marco regulatorio común. Una adopción amplia de alguna de estas monedas en múltiples jurisdicciones podría tener consecuencias sistémicas que es conveniente monitorizar.
El FSB[1], en un informe recientemente publicado, ha establecido 10 recomendaciones de alto nivel que promueven una regulación, y supervisión coordinadas y efectivas. Entre estas recomendaciones destaca la necesidad de que las autoridades regulatorias nacionales cooperen y se coordinen entre sí, dado el carácter transfronterizo de estas monedas. De poco sirven regulaciones nacionales ante monedas globales que pueden superar las fronteras de los estados individuales. Para el FSB, la regulación, supervisión y vigilancia deben ser integradas a escala internacional.
Las autoridades coinciden en la necesidad de aplicar capacidades y prácticas de supervisión y vigilancia bajo el principio de “mismo negocio, mismo riesgo, mismas reglas”. En este sentido, se avanza en ese principio tan necesario para el sistema financiero moderno de regular funciones más que instituciones. El FSB espera que en diciembre de 2021 ya exista un marco regulatorio internacional. Una vez aprobado, sería sometido a una revisión en julio de 2023 con la intención de adaptar o enmendar las posibles deficiencias que se observen.
[1] Global watchdogs agree rules for stablecoins like Facebook's Libra. Reuters. 13 Octubre 2020. https://www.reuters.com/article/us-g20-regulator-cryptoassets/global-watchdogs-agree-rules-for-stablecoins-like-facebooks-libra-idUSKBN26X2OQ
[2] Regulation, Supervision and Oversight of “Global Stablecoin” Arrangements. FSB. 13 Octubre 2020. https://www.fsb.org/wp-content/uploads/P131020-3.pdf