IPC mayo 2022. Previsiones hasta diciembre 2023
Fecha: 10 junio 2022
Los precios al consumo registraron en mayo un incremento del 0,8%, lo que ha elevado la tasa general de inflación interanual en cuatro décimas hasta el 8,7%. La tasa armonizada también se incrementó hasta el 8,5%, reduciéndose su diferencial respecto a la media de la eurozona hasta cuatro décimas. La tasa subyacente se situó en el 4,9% –la más alta desde octubre de 1995–, y el núcleo inflacionista, que excluye todos los alimentos y productos energéticos, en el 3,5%.
El resultado ha sido superior a lo previsto en la mayoría de los componentes, destacando la desviación en los productos energéticos y los alimentos elaborados.
Dentro de la inflación subyacente, la correspondiente a los alimentos elaborados se incrementó en 1,3 puntos porcentuales hasta el 10%, impulsada sobre todo por productos de panadería y lácteos –el yogur y la leche desnatada–. En los bienes industriales no energéticos, destacaron las subidas en muebles, calzado, prendas de vestir, artículos para el cuidado personal y los automóviles. Finalmente, los servicios elevaron su tasa de inflación en una décima porcentual hasta el 3,4%, impulsados por los ascensos en los restaurantes y los servicios de comida rápida para llevar, los gastos comunitarios y el alquiler de vivienda principal.
Entre los grupos más volátiles, los alimentos sin elaboración redujeron su inflación en cuatro décimas hasta el 10,1%, debido fundamentalmente a la bajada de las legumbres y hortalizas, que más que compensaron importantes incrementos como fueron los de los huevos y el pescado. Por el contrario, la inflación en los productos energéticos se incrementó debido a un aumento de precios mensual en el gas y en los combustibles, que más que compensaron la bajada del precio en la energía eléctrica, un -2,9% en mayo (pero los precios eléctricos se sitúan todavía un 30,2% por encima de hace un año).
En síntesis, el incremento de la inflación en mayo refleja el encarecimiento de todos los componentes, a excepción de los alimentos no elaborados, destacando especialmente los productos energéticos y los alimentos elaborados. Así, en mayo, 80 subclases de las 196 que componen el IPC tuvieron una inflación superior al 6%, frente a solo 12 un año antes. Únicamente 43 productos registraron una inflación inferior al objetivo del 2% en mayo, en comparación con 158 hace un año.
El resultado mayor de lo esperado en mayo lleva a una revisión al alza de las previsiones de inflación. En el escenario central, que incorpora el mecanismo de limitación del precio del gas que entra en el mercado eléctrico y supone el mantenimiento del precio del barril de Brent en torno a 120 dólares, la tasa media anual será del 7,9% (nueve décimas más que en la anterior previsión), y la interanual de diciembre del 6,1%. La media anual para la subyacente podría situarse en el 4,8% (dos décimas más). Para 2023, se espera una tasa media anual del 4% en la general y del 3,7% en la subyacente.
En un escenario alternativo en que el precio del petróleo asciende hasta 140 dólares, la tasa media general sería del 8,4% y del 5,8% este año y el próximo, respectivamente. Y en un escenario en el que el precio del crudo desciende hasta los 100 dólares, las tasas medias anuales serían del 7,4% y del 2,4%, respectivamente.