La tasa interanual de inflación sube al 2,3% por la electricidad

La tasa interanual de inflación sube al 2,3% por la electricidad

Fecha: 11 de octubre 2018

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  • El volumen de préstamos morosos al consumo de bienes duraderos ha caído
    en valor absoluto un 61% desde principios de 2009

Madrid, 19 de septiembre de 2018–. La intensidad del reciente crecimiento del crédito
al consumo en España, en un contexto de muy bajos tipos de interés, ha reabierto el
debate sobre la posibilidad de que el sector privado vuelva a endeudarse hasta niveles
insostenibles. Sin embargo, como explica Joaquín Maudos en el último
Cuadernos de Información Económica , publicación editada por Funcas,
este incremento no es preocupante por ahora, ya que este tipo de crédito solo representa
el 12% de los préstamos de la banca a los hogares (porcentaje similar a Alemania e
inferior a Francia).

Además, el crédito al consumo presenta una tasa de morosidad reducida, del 5,2% en
el total del crédito al consumo y 3,3% en el caso de bienes de consumo duradero, que
es el que crece con más intensidad. De hecho, el volumen de préstamos morosos al
consumo de bienes duraderos ha descendido en valor absoluto un 61% desde
principios de 2009, hasta situarse en 1.100 millones de euros.

Maudos apunta que el fuerte crecimiento, de dos dígitos desde septiembre de 2016, se
debe a que la demanda de bienes de consumo duradero estuvo retenida durante la
crisis, a lo que se suma la caída del coste de financiación. A medida, que la demanda
se satisfaga y repunten los tipos de interés, el crecimiento volverá a tasas más
moderadas.

La preocupación por la autoalimentación entre riesgos bancarios y soberanos ha
generado en Europa un debate, en el marco de la unión bancaria, sobre el tratamiento
regulatorio de las tenencias de deuda pública, en tanto que las mismas están exentas
de cómputo a efectos de requerimientos de recursos propios. Ángel Berges, Alfonso
Pelayo y Fernando Rojas
analizan la estrecha relación entre el sistema bancario y el
sector público a través de la deuda soberana, una relación que, sin embargo, ha
resultado beneficiosa para ambos. Los autores, que en una primera entrega en el
anterior Cuadernos de Información Económica mostraron la perspectiva del Tesoro,
explican ahora la importante aportación de la renta fija (deuda pública en su mayoría) a
las cuentas de resultados del sistema bancario hasta fechas recientes. Esa contribución
se ha producido por una doble vía. En primer lugar, por el cobro de intereses (cupones)
de los bonos en cartera, que en el periodo 2008-2014 representaron casi el 20% del
total de ingresos financieros del sistema bancario. Y, más importante, por la
materialización de plusvalías al vender bonos.

A pesar de la insistencia de algunos países, el Comité de Supervisión Bancaria de
Basilea recomienda no iniciar un proceso formal de consultas sobre una posible
modificación regulatoria, al no existir un consenso sobre el tema. En todo caso, el
artículo explica que la deuda pública en los balances bancarios españoles va a
reducirse de forma intensa en los próximos años, incluso bajo el actual marco regulador,
tanto por la recuperación de la demanda de crédito tras cinco años de fuerte caída
como por el menor atractivo de la inversión en deuda pública tras el descenso de tipos
de interés en los tramos más largos. Esta menor exposición a la deuda pública permitirá
que una potencial introducción de cargas de capital y/o límites cuantitativos a esa
exposición en el seno de la unión bancaria tenga un impacto reducido sobre las
entidades, incluso nulo si se realiza con un calendario transitorio holgado.

En términos de análisis micro, Jorge Rosell se detiene en la competitividad de las
empresas españolas y explica que los costes financieros y los costes laborales a la baja
permitieron en el pasado el crecimiento de la producción y al mismo tiempo mejorar la
competitividad sin necesidad de arriesgar en innovación, ni incorporar nuevo capital
tecnológico o invertir en formación del capital humano. En estos últimos años, sin
embargo, la ganancia de productividad se ha mostrado compatible con crecimientos en
el empleo y en los salarios reales, aunque la profundidad de la crisis fue tan acusada
que para recuperar el nivel de productividad total perdido sería necesario mantener
hasta 2019 el ritmo medio de 2012 a 2016 en el crecimiento de la productividad.

A día de hoy, el coste efectivo de la financiación es muy bajo, las restricciones de
crédito a las empresas se disipan y la evolución de los salarios reales en los últimos
años ha sido favorable, un escenario proclive para la recuperación de los resultados.
Sin embargo, estamos ante posibles subidas de tipos y de los costes salariales, por lo
que las empresas solo podrán mantener un crecimiento sostenido si mejoran la
eficiencia productiva, mediante la incorporación de capital tecnológico, formación del
capital humano e innovación. Solo así será compatible la mejora de las rentas con la
competitividad frente a otras empresas.

El mercado de la vivienda en Europa, que experimenta una evolución desigual tras la
crisis, centra el artículo de Santiago Carbó y Francisco Rodríguez. En algunos
países, como España o Irlanda, se observa una recuperación progresiva desde 2014,
más por la vía precios que por la variación de las compraventas, mientras que en otros
como Reino Unido la recuperación fue más temprana y acelerada, desde 2010. España
se sitúa en una posición intermedia en cuanto al aumento del precio de la vivienda, con
tasas interanuales que, a principios de este año, se situaban en el 6,2%, algo por
encima del incremento medio en la eurozona (4,5%) y en la UE (4,7%). No obstante, se
trata de una recuperación irregular, con picos y valles en la trayectoria de los precios,
aunque finalmente con predominio de los primeros.

Los problemas más acuciantes, en todo caso, se dan no tanto en el mercado de la
vivienda en propiedad como en el de alquiler. El repunte de precios en este mercado ha
elevado notablemente la rentabilidad bruta del alquiler y ha dado lugar a un intenso
debate sobre sus causas y al papel que juegan socimis y arrendamientos turísticos
online, especialmente en las grandes ciudades.

La Organización Mundial de la Salud ha venido defendiendo la utilización de impuestos
como vía para potenciar las dietas saludables y penalizar el consumo de comidas y
bebidas dañinas para la salud. Desiderio Romero-Jordán y José Félix Sanz estudian
la posible incidencia de un impuesto sobre las bebidas azucaradas en España.
Utilizando datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares, muestran que los
impuestos son una herramienta potencialmente eficaz para reducir el consumo de
bebidas azucaradas en España, al concluir que una subida del 1% en los precios
reduciría en un 1,12% el gasto en refrescos. Si bien la eficacia del impuesto y su
impacto en la salud dependería de la existencia de productos sustitutivos con similar
presencia de azúcar, la introducción del impuesto resultaría potencialmente eficaz para
combatir la obesidad y el sobrepeso, de efectos dañinos para la salud.

Este número de Cuadernos de Información Económica incluye también los artículos:

¿Se ha producido un milagro exportador en España?

Juan de Lucio, Raúl Mínguez, Asier Minondo y Francisco Requena

Coyuntura presupuestaria: un escenario presidido por la incertidumbre

Santiago Lago Peñas

Divulgación de información por parte del gobierno y reacción del mercado de valore
análisis del caso español

Andrea Bafundi, Claudio Columbano y Nieves Carrera

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