La educación financiera y digital de los más mayores

Uno de los principales retos del proceso de digitalización financiera es que sea inclusivo. Especialmente, es clave que las personas de edad más avanzada vayan mejorando su nivel de capacitación digital, pero también sus conocimientos financieros.

Actualmente, según las últimas cifras de la encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares realizada por el INE[1], el 32,4% de los mayores de 75 años usa internet semanalmente. El 20,8% lo usan varias veces al día. Antes de la pandemia, únicamente el 18,2% de los españoles pertenecientes a esta generación usaban internet semanalmente, y sólo el 10% lo hacían varias veces al día. Se trata de un incremento de más de 10 puntos porcentuales. Lo que demuestran estos resultados es que la población mayor va accediendo más frecuentemente a los servicios – públicos y privados –  que se ofrecen a través del canal digital.

Además, el 15,5% de los mayores de 75 años hacen un uso regular de la banca digital. Este porcentaje sube hasta el 43,2% entre aquellos mayores de 75 años que son usuarios de internet.

Esto evidencia que la digitalización financiera de los mayores se produce una vez que se han familiarizado con el acceso al canal digital.  En cualquier caso, estas cifras también han ido creciendo significativamente en los últimos años.

Por lo que respecta a la educación financiera, también se observan avances. Según los resultados de la Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España[1], el porcentaje de personas mayores de 65 años que contestan correctamente a preguntas sobre la inflación es muy similar al del total de la población (el 57% responden correctamente). El número de respuestas correctas cae cuando se les pregunta por la comprensión del tipo de interés compuesto (el 36% responde correctamente) y, por la diversificación del riesgo (el 42% responde correctamente).

Para continuar mejorando en los actuales niveles de educación financiera y digital de los más mayores son claves los programas de formación públicos y privados. En la esfera pública destaca el Plan de Educación Financiera, puesto en marcha en 2008 por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que materializa acciones para mejorar la cultura financiera de la población. En el terreno privado destacan los programas formativos desarrollados por las tres asociaciones bancarias de nuestro país (AEB, CECA y UNACC), así como por las entidades financieras de forma individual. En especial, los programas lanzados por el sector privado han puesto una especial atención en las personas mayores.